POR AFP Agencia | 17 de marzo de 2020, 15:44 PM

La salida de Tom Brady este martes de los New England Patriots que dirige Bill Belichick, es la última página de la dinastía más exitosa de la Liga de football americano (NFL), cuyos cimientos se encontraban en la compleja relación que unía a ambas figuras.

El tándem Brady-Belichick alcanzó nueve finales de Super Bowl y celebró seis campeonatos de la NFL (el último en 2019), una cifra nunca conseguida por otro jugador ni otro técnico del deporte más popular en Estados Unidos.

"Ha sido un privilegio entrenar a Tom Brady durante 20 años", le reconoció Belichick en un comunicado emitido este martes. "Es una persona especial y el mejor mariscal de campo de todos los tiempos".

Brady, que con 42 años no piensa todavía en el retiro, hizo un agradecimiento colectivo a todos sus "compañeros, entrenadores, ejecutivos y staff, Coach Belichick, RKK y la familia Kraft y toda la organización" por "el compromiso diario para la victoria y crear una cultura ganadora construida en grandes valores".

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Ganar ha sido la obsesión de Brady y Belichick desde que las carreras de ambos se unieron en el año 2000. Belichick, que ahora tiene 67 años, acababa de ser nombrado entrenador de los Patriots, equipo que seleccionó a Brady en el remoto puesto 199 del draft de aquel año.

Los ojeadores de la NFL no detectaron el potencial de aquel joven californiano al que consideraban demasiado delgado y falto de fuerza y movilidad para resistir la presión de las defensas rivales.

Belichick, por su parte, se incorporaba al club después de cinco grises temporadas en los Cleveland Browns, en las que solo jugó un partido de postemporada.

Lennon y McCartney

Tras una primera mala temporada en la que el mariscal de campo estuvo en el banquillo, Belichick comenzó a hacer cambios importantes en el equipo, uno de los cuales fue darle el mando a Brady después de la lesión del hasta entonces titular Drew Bledsoe. El equipo se rehízo inmediatamente al punto de que los Patriots alcanzaron y ganaron ese año el Super Bowl, el primero de su historia.

Fue el inicio de dos décadas gloriosas para el equipo de Foxborough (Massachussets), un pequeño pueblo de las afueras de Boston. Los Patriots conquistaron los Super Bowls de 2002, 2004, 2005, 2015, 2017 y 2019, cayendo en las ediciones de 2008, 2012 y 2018.

Brady llenó su vitrina con los títulos de Jugador Más Valioso (MVP) de cuatro Super Bowls y de tres temporadas de la NFL (2007, 2010 y 2017) mientras que Belichick fue reconocido como el mejor entrenador de las campañas 2003, 2007 y 2010.

"Es imposible decir quién de los dos fue más valioso para estos triunfos. No puedes separarles. No puedes tener a Lennon sin McCartney", comentaba en 2016 Michael Holley, autor del libro 'Belichick y Brady: dos hombres, los Patriots, y cómo revolucionaron el football americano'.

"Puedes tener a un jugador de campeonato sin un constructor de equipos de campeonato y a la vez hay muchos constructores de grandes equipos sin jugadores de talento Hall of Fame. Ninguno de ellos tiene muchos anillos que exhibir", argumentó Holley.

Con niveles extraordinarios de autoexigencia, ambas figuras mantuvieron una intensa relación de maestro y discípulo, aunque en los últimos años se consideró que ese vínculo se había desgastado.

A Brady se le vio frustrado en la cancha por el mal rendimiento del equipo en la última temporada lo cual, unido a la fama de Belichick de no eludir las decisiones difíciles, disparó las especulaciones sobre el inminente fin del tándem.

Con Robert Kraft, el propietario de los Patriots, deseando que su núcleo se mantuviera junto para un último intento de ganar el séptimo título, Brady y Belichick se reunieron en los últimos días para buscar un entendimiento, pero finalmente ambos decidieron que se convertirán, por primera vez, en rivales.