POR Luis Jiménez | 22 de mayo de 2014, 11:26 AM

El volcán con mayor actividad magmática en Costa Rica cumplirá el próximo 24 de mayo, cuatro años de haber cesado su acción explosiva. Ese día fue la última vez que el coloso de la Zona Norte brindó su último espectáculo incandescente.

“La parte de la cima del volcán carece de inactividad, ya no hay productos sólidos, ceniza, piroplásticos, ni magma, algo que la gente resiente porque no hay combustión en la cima”, dijo el vulcanólogo Eliecer Duarte. 

La temperatura en la cima del Arenal superaba fácilmente los 1200 grados, ahora no alcanza los 200, algo muy bajo, considerando que el Poás y Turrialba tienen arriba de los 500 grados.

Ante esta situación donde la actividad parece desaparecer cada día más -aunque hay reportes de fumarolas de hasta 400 metros de altura- la vegetación se regenera provocando un nuevo atractivo para el turismo ya que el Arenal se muestra sumamente imponente a la vista de todas las personas que visitan la Fortuna de San Carlos. 
 
“Hay un juego de alternancia que se da en los volcanes; cuando uno se apaga otros funcionan. Sin embargo no hay estudios que demuestren esto”, añade Duarte. 

Queda claro que el Arenal se apagó, sin embargo en una zona volcánica tan marcada como la del país otros toman su papel, tal es el caso del volcán Turrialba, Poás y Rincón de la Vieja, que desde hace algunos años le han robado protagonismo.