Vigilancia Aérea tiene solo dos aeronaves para combate narco y emergencias

En este momento, el Servicio de Vigilancia Aérea (SVA) dispone únicamente de dos aeronaves operativas para sus labores de patrullaje, combate al narcotráfico y vuelos humanitarios y servicios de ambulancia aérea con la CCSS.

Aunque el SVA tiene a su disposición ocho aeronaves, incluidas tres helicópteros, solo dos aviones de ala fija —un Grand Caravan y un King Air— están actualmente en funcionamiento, el resto están "no aeronvegables" debido a temas de mantenimiento.

El capitán Javier Moreira, director del SVA, explicó que en años anteriores la flota alcanzaba unas 15 aeronaves, pero su capacidad ha disminuido considerablemente. La mayoría de estas naves eran decomisadas al narcotráfico y, con el tiempo, muchas fueron dadas de baja debido a los altos costos de reparación. Además, la logística para obtener piezas especializadas se ha convertido en un desafío importante.

"Históricamente, el 85% de nuestra flota estaba compuesta por aeronaves decomisadas al narcotráfico, ya que antes no contábamos con presupuesto para adquirirlas. Hablamos de aviones con 15 o 30 años de antigüedad. A pesar de la reducción en el número de naves, seguimos realizando patrullajes y vuelos humanitarios", afirmó Moreira.

Actualmente, ninguno de los tres helicópteros del SVA está en operación, y no hay fecha establecida para su regreso. "Nuestros helicópteros llevan tres años fuera de servicio por falta de repuestos y mantenimiento. Algunos componentes no están disponibles en el mercado y su fabricación y entrega llevan tiempo", explicó Moreira.

Sobre la posibilidad de que las aeronaves vuelvan a volar, Moreira indicó que dos de las de ala fija podrían estar operativas este año, mientras que un avión de 1985 sigue en espera de piezas. Además esperan que al menos uno de los helicópteros pueda estar funcionando en un plazo de dos meses.

A pesar de la situación, Manuel Jiménez, viceministro de Unidades Especiales del Ministerio de Seguridad Pública, aseguró que la operatividad no se ha visto comprometida.

"Estamos operando eficientemente y obteniendo buenos resultados. Aunque quisiéramos tener más recursos, hemos aprendido a ser sumamente eficientes con lo que tenemos", señaló el jerarca.

Jiménez también mencionó que el SVA cuenta con un avión de inteligencia que ha sido clave en la lucha contra el crimen organizado, cubriendo zonas montañosas y marítimas. Además, destacó que se están reforzando las capacitaciones del personal para mejorar el mantenimiento y se proyecta la adquisición de nuevas aeronaves para aumentar la capacidad operativa.

Por otro lado, el viceministro recordó que, gracias a un programa de cooperación con el gobierno de los Estados Unidos, cuatro helicópteros proporcionados por la embajada están disponibles y han sido utilizados en misiones recientes.

Finalmente, Moreira subrayó que el presupuesto anual de un millón de dólares para el mantenimiento de aeronaves y patrullas es adecuado, pero el mayor desafío sigue siendo la complejidad logística del mantenimiento y el tiempo que tardan en llegar los repuestos.

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