POR Natalia Suárez | 27 de diciembre de 2016, 4:26 AM

Desde que quedó en silla de ruedas por un accidente, Carlos Marchena ha tratado de sacar adelante a su familia haciendo y vendiendo sombreros y bolsos.

Su esposa, María Bonilla también la ha pulseado trabajando en casa y vendiendo comida sin embargo los años pasan y las fuerzas se han ido. La situación económica ha venido empeorando y la verdad sea dicha, hay días que ya no hay ni para comer.

El hijo que vive con ellos se esfuerza por trabajar en lo que aparezca pero Santa Cruz de Guanacaste no es exactamente un lugar donde abunde el trabajo y él además, tiene algunos problemas de aprendizaje.

Los guanacastecos y todo el país se tomó la necesidad de esta familia como propia y hoy su navidad es muy diferente.

Ahora disfrutan de una linda casa, lo más importante es que Carlos ya no va a tener problemas en el baño, es suficientemente amplio para que entre con todo y silla. 

A María la invadieron las lágrimas, lo bueno, es que estas son de felicidad pura.

La construcción de esta casa y sus materiales es otra de las donaciones de Rock Construction.

Como todas las anteriores la casa fue amueblada por Monge y la alimentación es de Palí

Que bonito sentimiento el de saber que ellos están mucho mejor que cuando los conocimos, y lo más satisfactorio es tener televidentes como usted que desde su casa se solidarizó con esta familia santacruceña e hizo su sueño realidad.