Nacional
Alerta sanitaria sigue: vecinos de Alajuelita deben seguir hirviendo agua para consumo
Un brote de diarrea y vómito preocupa a la población
Vecinos de los cantones de Goicoechea, Moravia y Tibás reclaman que desde el lunes el agua potable huele a gasolina, por lo que están evitando su consumo.
Por medio de redes sociales, los ciudadanos piden a las autoridades una respuesta ante esta posible contaminación del agua.
“Llorente de Tibás sigue con olor y sabor a combustible, necesitamos nos ayuden lo más pronto posible ofreciéndonos una solución o guía para enfrentar la emergencia” posteó en Facebook Rafael Cambronero.
“Yo vivo en San Pedro de Montes de Oca y desde anoche también sentí un olor raro en el agua (hidrocarburos) que todavía hoy se mantienen. Por favor, prestar atención también a San Pedro de Montes de Oca en relación a la contaminación” publicó María Gabriela Chacón Zeledón en la red social.
Otros usuarios han reportado la situación directamente a las redes sociales de este medio, solicitando dar a conocer la problemática para insistir en una pronta solución del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA).
“Poner atención al agua de Guadalupe, Moravia y Tibas. Está saliendo gasolina en el agua. Todas las casas y comunidades están afectadas. Alto olor a diesel en el agua potable” indicó Abraham Alpizar en su reporte.
Ante esto, el AyA explicó que se activó el protocolo de análisis de agua y que sus funcionarios están estudiando el caso.
"Desde ayer lunes en horas de la noche se activó el protocolo de atención y el equipo técnico está haciendo los análisis correspondientes en las fuentes de agua, plantas potabilizadoras, tanques y tuberías en diferentes sectores de estos cantones para verificar la calidad del agua" explicó el comunicado emitido.
Las autoridades instan a la población a mantenerse informada y no consumir el agua si detectan un olor o sabor extraño.
Este no sería el primer reporte que recibe el AyA de contaminación en el agua en los últimos meses.
En septiembre del año anterior, varios cantones del Gran Área Metropolitana reportaron contaminación en los acueductos, situación que obligó a los usuarios a dejar de consumir este recurso indispensable.