POR Luis Jiménez | 16 de septiembre de 2024, 15:17 PM

Entre julio de 2022 y julio de 2024, solo en la provincia de San José, estafadores informáticos lograron sustraer ilícitamente más de ₡7 mil millones.

A través de llamadas telefónicas fraudulentas o correos electrónicos maliciosos, los delincuentes dejaron sin ahorros a muchos costarricenses.

Esteban Aguilar, fiscal de la Unidad de Cibercrimen del Ministerio Público, explicó que este tipo de delitos ha alcanzado un nivel alarmante.

"Lo que enfrentamos es la sustracción de los fondos de muchas personas, de sus sueños, ahorros, pensiones, dinero de viajes y hasta de estudios. Los delincuentes manipulan sistemas informáticos mediante información falsa, con el objetivo de obtener beneficios patrimoniales.

“Las estafas más frecuentes son de índole bancaria, donde los criminales obtienen datos sensibles de los clientes y logran acceder a sus cuentas para retirar dinero en cuestión de minutos”, comentó Aguilar.

Entre las principales estrategias utilizadas por los delincuentes destacan:

  • Páginas falsas de entidades financieras que engañan a los usuarios para que ingresen sus datos bancarios.
  • Carding: una técnica en la que acceden a tarjetas de crédito o débito para realizar pequeñas compras fraudulentas.
  • Llamadas de falsos funcionarios municipales o bancarios, que infunden temor o malicia en las víctimas.

“Si la llamada telefónica genera malicia o temor, lo mejor es cortarla y acudir personalmente a la entidad bancaria o municipal. No ingrese el nombre de su banco en buscadores, sino a escribirlo directamente en la barra de direcciones del navegador”, agregó Aguilar.

Yorkssan Carvajal, jefe de la Sección Especializada contra el Fraude Informático del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), confirmó que este tipo de delito ha crecido desde la pandemia y se ha disparado un 73% en comparación con el año 2023.

"Las personas piensan que no les va a pasar, pero caen en la trampa y pierden su dinero. Los grupos criminales no tienen fronteras, trabajan en conjunto con hackers extranjeros para crear páginas web falsas y realizar transacciones fraudulentas”, señaló Carvajal.

Además, destacó que la corrupción y la legitimación de capitales juegan un papel clave en estas actividades, y que la compra de tarjetas y cuentas bancarias se ha convertido en uno de los negocios más lucrativos en los últimos años.

Algunos de los montos robados oscilan hasta los 250 mil dólares por caso.

Tanto Aguilar como Carvajal coinciden en que la prevención no es tarea exclusiva del OIJ o la Fiscalía, sino que requiere la colaboración de diversas instituciones.

"Los delincuentes siempre encuentran nuevas formas de cometer estos crímenes, por lo que la prevención es esencial. Campañas de concienciación y educación sobre cómo evitar caer en estas trampas son vitales para mitigar el impacto de estas estafas”, dijo Aguilar.

Carvajal recordó a las víctimas que no están solas: “El sistema judicial está para acompañarlos. Pueden acercarse a las oficinas del OIJ en todo el país para interponer la denuncia y recibir el apoyo necesario”.

La lucha contra las estafas informáticas es un esfuerzo continuo, y se hace un llamado a la ciudadanía para que esté alerta y proteja su información personal y financiera.

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