Vida Pareja
¿Cómo ser una pareja a prueba de fuego?
Existe un matrimonio que ha pasado, como decimos popularmente, "por donde asustan": Alexánder Reyes y Rebeca Salazar. Ellos compartieron su experiencia en 'Buen Día'.
Tres años después de su amputación de brazos, Alexánder Reyes caminó de la mano junto a su esposa, Rebeca Salazar, gracias a una prótesis biónica que recibió en Guatemala. “Volveremos (a Costa Rica) tomados de la mano”, aseguró este padre de familia.
Fue en setiembre de 2022 cuando, tras un violento accidente de tránsito, que por poco le cuesta la vida, Reyes perdió ambas extremidades superiores.
Desde entonces, emprendió un difícil camino: no solo para recuperarse totalmente, sino para amoldarse a una nueva vida, en la que su esposa, Rebeca Salazar, demostró que el amor prevalece en la adversidad. Ella se convirtió en su terapeuta y psicóloga, pero también en su sostén y hasta sus brazos.
Tras un largo proceso, la prótesis mioeléctrica fue entregada. El ahora conferencista se sometió a un proceso de ajustes y entrenamientos antes de regresar al país este domingo.
"Ha sido una montaña de emociones, he tratado de dimensionar realmente lo que está sucediendo, es inexplicable poder tomar de la mano a mi esposa, lavarme los dientes, tomar algunas cosas de manera independiente, es inexplicable.
"Yo vengo de ambos mundos, yo tuve los brazos y ahora tengo una prótesis, claramente no es lo mismo; pero, cuando uno recupera cierta independencia, es inexplicable, sensacional, he estado muy contento porque es un sueño alcanzado. El amor, cariño, bondad y humildad con la que se ha rodeado este proyecto ha sido sensacional", relató Reyes, desde Guatemala, a Teletica.com.
El joven asegura el equipo profesional que lo trata es de primera, considerado el mejor de Latinoamérica, por lo que se siente más en confianza. Todavía trata de asimilar lo que está sucediendo: volver a contar con lo más cercano a un brazo, gracias a la ayuda de cientos de costarricenses que aportaron el granito de arena.
"Ahorita me toca hacer la tarea, hacer de la prótesis parte de mi cuerpo. Nos estamos comunicando muy bien, nos estamos llevando bien, yo me siento sumamente entusiasmado y ha sido todo maravilloso, en cuestión de 10 horas ya pude manipular la prótesis a mi voluntad, igual sigo practicando algunos movimientos; pero, en realidad, es un mundo en descubrimiento, entrar a una zona desconocida.
"Saber que depende también de la buena actitud, del esfuerzo, la disciplina, la buena actitud que uno tenga, creo que lo resumiría como un mundo en descubrimiento, muy apasionante y, sobre todo, desafiante. Estoy muy contento de llegar a mi casa con mis hijas, mi esposa, estoy pensando hasta en poder manejar en algún momento, muy contento y feliz", acotó Reyes.
La prótesis mioeléctrica se controla electrónicamente mediante contracciones musculares voluntarias del usuario.
Álex concluyó que se siente muy contento con el trato recibido en Guatemala, y que cuenta los días para regresar a Costa Rica: “Estamos viviendo una experiencia maravillosamente increíble”.