POR Susana Peña Nassar | 16 de julio de 2024, 16:00 PM

La empresa liderada por el costarricense Franklin Chang, Ad Astra Rocket, apostó, hace 19 años, por establecer una sede en Liberia, Guanacaste, el lugar que tiempo después se convirtió en una pieza fundamental para avanzar con investigaciones del hidrógeno verde y energías renovables.

La decisión de elegir esa provincia como casa de la compañía, va más allá del valor sentimental que tiene para Chang, también fue un tema estratégico que ya ha sido replicado por otros actores de la industria espacial.

“Guanacaste es un lugar que yo adoro, estoy enamorado de Guanacaste desde hace muchos años, desde chiquito. Yo soy del Valle Central, pero he vivido siempre enamorado de Guanacaste”, admitió el astronauta retirado durante una entrevista con Teletica.com.

Chang reconoce, además, que la fisonomía de Guanacaste es muy similar a la del norte de California, Estados Unidos, donde se ubica Silicon Valley, sede de muchas compañías emergentes y globales de tecnología.

Ad Astra Rocket realiza investigaciones de hidrógeno verde y energías renovables.

“Tiene las montañas, el mar, el Pacífico; tiene la planicie, que es más que nada agrícola, muy parecido a Silicon Valley, donde están ahora todas las tecnologías en los Estados Unidos. Tiene el aeropuerto, que tiene mucha expansión, mucha capacidad. Guanacaste es una provincia que tiene toda la energía del país, tiene todas las condiciones necesarias para ser un centro tecnológico. Eso es lo que yo quería que ocurriera, y por eso pusimos la empresa ahí”, explicó el CEO de Ad Astra Rocket Company.

“Nos queda muy conveniente con el aeropuerto: yo me monto en un avión en Liberia y llego a Houston en menos tiempo de lo que tardo en llegar de Liberia a San José. Duro menos en llegar aquí, a mi empresa en Houston, que llegar al centro de San José por la dificultad de las carreteras en Costa Rica”, agregó.

Chang considera, eso sí, que a la provincia hay que “meterle recursos” para desarrollar todas sus capacidades.

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Casa de un radar espacial

Otra de las empresas de alta tecnología que volvió sus ojos hacia Costa Rica y decidió establecerse en Guanacaste fue LeoLabs, Inc., dedicada a los servicios de mapeo de la órbita baja de la Tierra, que construyó el radar espacial más avanzado del mundo.

Este dispositivo, que se ubica en Filadelfia de Carrillo, “monitorea satélites y desechos espaciales que pasan por encima”, según detalló la compañía. Esto permite emitir alertas a los operadores, de que otros satélites o basura espacial (de hasta dos centímetros) se está acercando, así como construir predicciones de trayectorias.

¿Por qué en Guanacaste? Los responsables de LeoLabs aseguran que la decisión estuvo motivada, en parte, por la larga historia de gestión ambiental del país; pero también hay otras razones técnicas.

“Por otro lado, es un lugar hermoso, gente maravillosa y un gran lugar para hacer negocios.

“Por razones de dinámica orbital, es importante tener una estación de seguimiento cerca del Ecuador”, justificó Ed Lu, director de Tecnología y cofundador de LeoLabs.


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¿Un Silicon Valley en Costa Rica?

Los expertos consideran que esto es posible si se planea y se organiza con una visión a largo plazo. Lo más relevante, según Esteban Carrillo, mánager del Clúster Aeroespacial de Costa Rica, una iniciativa que reúne a 40 empresas de la industria en los campos de aviación, espacio y defensa, es que se establezca un “ecosistema articulado”.

Esa idea busca que los centros académicos capaciten personal; pero también se pretende articular el tema político y encontrar el apoyo de las municipalidades, para solventar, entre otras, las necesidades de infraestructura. 

De hecho, el Clúster impulsa una iniciativa para convertir el Aeropuerto Internacional Daniel Oduber en “un centro especializado en mantenimiento y reparación de aviones”.

“Guanacaste se está perfilando para convertirse en lo que sería, tal vez, el primer centro operativo a nivel espacial. El hecho de que ya tengamos las iniciativas más fuertes en el sector hace que la provincia esté por encima de otras, incluso San José. Es algo que la provincia debería potenciar y que entre sus estrategias esté la atracción de más empresas”, concluyó el experto.

Por su parte, Leonora de Lemos Medina, docente e investigadora de la Escuela de Ingeniería Mecánica de la UCR y coordinadora del Grupo de Ingeniería Aeroespacial, resaltó el gran impacto económico y social que implicaría establecer un ‘hub’ de este tipo en Guanacaste.

“Considerar Guanacaste como una opción para establecer estas industrias de alta tecnología, resulta muy atractivo, principalmente porque tienen acceso a un aeropuerto internacional, lo que facilita temas de comercio, de importación y exportación de suministros y los productos. 

“Por supuesto, esto en una región que tiene contrastes sociales y económicos, establecer empresas de alta tecnología, en este caso la industria aeroespacial, podría ser un aspecto muy importante que permita el desarrollo y la mejora de esta población”, manifestó.

En la Ley 9960, que crea la Agencia Espacial Costarricense, se establece, en su artículo 11, el nacimiento del Centro Espacial de Guanacaste, “encargado de la implementación de proyectos de investigación, desarrollo e innovación espacial, promoción de la ciencia del espacio y la gestión de servicios complementarios relacionados con el área espacial”. Por el momento, ese proyecto no se ha materializado.

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