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Peajes de la ruta 27 aumentan, pese a que según la Contraloría la vía no está terminada
A diferencia de todas las demás vías, los aumentos en los peajes se producen de manera automática, sin que medie aprobación de la ARESEP.
A partir de este primero de octubre, la carretera a Caldera cobra diez colones más en cada una de sus estaciones de peaje de San Rafael, Pozón y Siquiares. Los vehículos pesados pagarán 300 colones más en cada tramo.
Un vehículo liviano deberá pagar un total de ¢3.640 en un viaje de ida y vuelta.
A diferencia de todas las demás vías, los aumentos en los peajes se producen de manera automática, sin que medie aprobación de la ARESEP. Basta con la aplicación de una fórmula aprobada dentro del contrato de concesión.
Pero este aumento no es como cualquiera, pues se produce en momentos en que la Contraloría General de la República ha emitido un informe que afirma que esa carretera no está terminada.
Efectivamente, la Contraloría advierte que la ruta 27 lleva tres años y medio operando de manera provisional, y la razón es que faltan obras importantes contempladas en el contrato.
Entre ellas menciona los intercambios e intersecciones de La Guácima, El Coyol, San Rafael y Atenas.
También faltan marginales de Siquiares y Turrúcares, y varias radiales, entre ellas la de Atenas.
Los peatones arriesgan la vida para cruzar o para tomar el bus. No hay paradas, bahías, ni puentes peatonales adecuados. Y aun así suben los peajes.
Autopistas del Sol, la empresa concesionaria, y el Gobierno nos prometieron una obra de primer mundo, pero según la contraloría la ruta a caldera ya muestra grandes congestionamientos.
Señala, por ejemplo, que en muchos tramos el promedio de velocidad oscila entra 43 y 53 kilómetros por hora, y que en un 80% de la ruta no es posible adelantar, es decir, hay que ir al ritmo del más lento.
El órgano contralor llama la atención sobre el problema del pesaje. Hasta el día de hoy no hay una estación para pesar los vehículos, y el trabajo se hace con máquinas portátiles.
En toda la operación de esta vía, un 17% de los vehículos se procesó; un 67% evadió controles y a ninguno se le cobró nunca ni una multa.
Pero quizá, lo más grave de esta carretera es que el Estado no sabe cuánto es lo que recibe Autopistas del Sol por sus peajes. La contabilidad la lleva la misma compañía concesionaria y otra empresa privada realiza cálculos parciales. Pero ambas estimaciones no se comparan de manera adecuada. Según la Contraloría, "hasta ahora se está iniciando una confrontación de datos".
Un informe de la concesionaria reveló que hasta noviembre del 2012, la empresa había recibido por peajes la suma de 129 millones de dólares, que corresponde a la mitad del costo total de la obra, que fue de 265 millones, según datos del Gobierno.
Pero el tramo Sabana-Ciudad Colón había recaudado a esa fecha la suma de 61,2 millones de dólares en peajes, que representa casi el doble de lo que se invirtió en ese tramo, que un fue total de 38,8 millones de dólares. Aun así, los peajes vuelven a subir.