POR Yahaira Piña | 1 de agosto de 2018, 5:24 AM

Lucrecia Piedra tiene tres meses esperando por el tratamiento de radioterapia y su temor es que sea demasiado tarde. El año pasado la diagnosticaron con un cáncer de mama agresivo invasor.

Es paciente del hospital San Juan de Dios. En ese centro cumplió con las 16 sesiones de quimioterapia y luego le hicieron la mastectomía.

En mayo anterior debía empezar con la radioterapia, pero lo único que inició fue su sufrimiento.

Debido a los retrasos ella acudió a la Sala Constitucional para presentar un recurso de amparo y de su puño y letra les escribió a los magistrados lo que está viviendo.

Así como ella muchos otros pacientes tiene el mismo problema.

La Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) enfrenta una crisis debido a que la bomba de cobalto del hospital San Juan de Dios quedó fuera de uso por estar obsoleta.

A los pacientes de ese centro médico los trasladaron al hospital México y ahora, en ese lugar deben atender a casi 800 pacientes con cáncer que requieren radioterapia.

Los aceleradores lineales están trabajando 24 horas tras activarse el tercer turno.

Las autoridades médicas aseguran que con esa medida poco a poco se reduce los tiempos de espera.

Al inicio de la crisis también valoraron la compra de servicios a una empresa privada. Pero esa medida no es tan viable.

Mientras la Caja aplica esas medidas los pacientes como Lucrecia esperan con angustia y temor una pronta respuesta.

Ellos dicen que sus vidas es lo que está en juego.