Nacional
Advierten que nuevas medidas podrían provocar 3.400 casos diarios de COVID-19
Según los expertos, la apertura autorizada para setiembre podría empujar a Costa Rica a un escenario "pesimista" por la reproducción del virus.
Los obispos de la Conferencia Episcopal de Costa Rica le recuerdan a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y al Colegio de Médicos, mediante un documento enviado este viernes 28 de agosto, que “toda vida humana merece ser cuidada y salvada”.
La idea de este mensaje es dar a conocer varios criterios éticos sobre el cuidado del paciente con COVID-19. Según la Iglesia Católica, la Caja debe velar por la salud de todas las personas por igual ante la emergencia que, poco a poco, se ha ido agravando.
Sin embargo, este documento lo emiten debido a que la institución trabaja un protocolo para la selección de pacientes que ingresarían a las Unidades de Cuidados Intensivos de los hospitales, de acuerdo con su estado médico, si los espacios se agotaran.
“Para algunos, la atención de enfermos graves y críticos en situaciones extremas de limitación de recursos, pasarían por la selección de los pacientes a los que se les atenderá antes que a los demás, a pesar de que no sean lo más gravemente afectados, sino los más recuperables”, indica la Conferencia Episcopal en el enunciado.
Además, señala que “este criterio es absolutamente extraordinario y excepcional, de tal modo que solo puede utilizarse en situaciones en las que hay una clara desproporción entre las necesidades sanitarias y los recursos disponibles, sin embargo, la moral cristiana y la bioética personalista apelarán siempre al cuidado médico de toda persona y en cualquier circunstancia”.
El documento, firmado por Monseñor José Manuel Garita Herrera, obispo de Ciudad Quesada y presidente de la Conferencia Episcopal, así como por Monseñor Daniel Francisco Blanco Méndez, obispo auxiliar de San José y secretario General de la Conferencia Episcopal, va dirigido a todos los profesionales de la salud de la Caja. Recalca que el primer principio fundamental es salvaguardar la centralidad de la persona en la atención clínica y no excluir a nadie.
“Nos permitimos señalar que todo el entorno generado por la epidemia ocasionada por la COVID-19 requiere ante todo la solidaridad, compasión y el supremo principio del bien común centrado en el respeto absoluto a la dignidad humana”, agrega.
La Conferencia Episcopal de Costa Rica también le envió a la Junta Directiva de la Caja una guía con 14 puntos a tomar en cuenta en la compleja toma de decisiones que enfrenta el país ante la pandemia.