POR Natalia Jiménez Segura | 6 de marzo de 2023, 10:03 AM
Si retrocedemos el tiempo a 2019, cuando el COVID-19 todavía no existía, hay que aceptar que las personas eran muy diferentes: no solo emocionalmente, sino que tenían una visión general completamente distinta de la salud.
Este lunes 6 de marzo se cumplen tres años desde que el Ministerio de Salud, el jerarca Daniel Salas en su momento, salió a anunciar el primer diagnóstico positivo del virus en Costa Rica.
Desde ese día, las medidas más fuertes empezaron a implementarse: algunas se fueron junto a la época más crítica de la enfermedad, pero otras llegaron para quedarse, criterio con el que coincide el epidemiólogo de la Universidad Nacional (UNA), Juan José Romero.
En esa lista de "nuevas actitudes", parte de la nueva normalidad, se pueden mencionar las siguientes:
- Evitar dar la mano o un beso en la mejilla al saludarse.
- Lavarse las manos constantemente o, al menos, al llegar a casa.
- No tocarse la cara en lugares públicos.
- No olvidar el alcohol en gel al salir.
- Cambiarse de ropa al regresar al hogar.
- No asistir al trabajo o a centros de estudios en caso de síntomas respiratorios.
- Uso de mascarilla en personas enfermas que deben salir.
Incluso, muchos ahora experimentan ansiedad social cuando están en un escenario de aglomeración. Todos estos cambios han tenido un efecto positivo en otras enfermedades.
"Por supuesto que hay un efecto positivo. No estamos hablando solo de COVID, estamos hablando de otras infecciones y enfermedades respiratorias, bacterias que pueden causar condiciones digestivas y otras condiciones que, con hábitos de higiene saludables, se pueden prevenir", rescató el experto.
Pese a que en algún momento estas actitudes fueron generalizadas, el profesional lamenta que, poco a poco, se han ido perdiendo.
"Las actitudes pueden cambiar cuando hay información que nos dice que la pandemia ya no es importante, que no hay personas enfermas, con que se emitan decretos que eliminan ciertas cosas que veníamos haciendo: cada vez es menos frecuente que las personas las cumplan", añadió Romero.
Rescata que, aunque pocas personas las implementen en su vida, el sistema de salud público se ve beneficiado. "Se podría pensar que de gota a gota se hace un hueco en la piedra, sí hay impacto", concluyó.
El Ministerio de Salud reporta 1.205.113 personas que se han contagiado con el virus en estos 36 meses de pandemia, de las cuales 9.256 han perdido la vida por causas asociadas a la enfermedad.
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