La niña que siempre cuidó de otros ahora lidera un hospital pediátrico

Olga Arguedas Arguedas, directora actual del Hospital Nacional de Niños, es conocida por su gran entrega y amor hacia los menores de edad del país; pero pocas veces se habla de lo que la llevó a convertirse en la mujer y doctora que es actualmente.

Ella nació el 16 de mayo de 1962 y se crio en Barva de Heredia, rodeada de muchos niños. De ahí nació el amor por cuidar a los demás, en especial a los más pequeños.

"Yo era niña con muchos intereses, fantasiosa y creativa. Fui criada alrededor de muchos otros niños, porque crecí muy cerca de mis hermanas y mis primos, entonces siempre fui protectora de los más pequeños", contó a Teletica.com. 

Fue a la escuela que hoy es la del Laboratorio de la Universidad Nacional y después al Colegio María Auxiliadora, en Heredia. 

Cuenta que en esa época tenía tantos intereses diferentes, que fue muy difícil decidir qué estudiar en la universidad. 

"Me gustaban mucho las letras, leer, escribir, el teatro, la ciencia, las matemáticas, entonces la escogencia profesional fue complicada. Originalmente, de hecho quería ser periodista, pero ya con el examen de admisión aprobado fue que tomé la decisión de estudiar esto", reveló. 

Todo eso se unió en la carrera de Medicina y Cirugía, luego Pediatría y, ya graduada, hizo una maestría y doctorado en Inmunología. 

"Mi recuerdo más lindo de la infancia"

Según la doctora, hay un hecho que marcó su infancia, el cual siempre llevará en su memoria y corazón.

"A mí siempre, desde muy pequeña, me gustaba escribir. Una vez escribí una carta y la mandé al periódico 'La Nación' y fue una de las experiencias que más me marcó porque la publicaron. Luego de eso, doña Karen Olsen, que era Primera Dama en ese tiempo, me mandó una carta escrita a mano por ella, donde me felicitaba por lo que yo había escrito. En la carta exponía mi preocupación por la conservación del medio ambiente", aseguró. 

Para ese momento, tenía 13 años. 

Arguedas, quien ahora tiene siete años de ser directora del centro pediátrico, tiene muy claro el mensaje que le daría a esa niña barveña, que siempre se preocupaba por ayudar a los demás. 

"Le diría que no pierda la fe, que sea constante y que la vida tiene siempre, siempre, muchas sorpresas agradables", concluyó.