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“No estamos tan lejos”: Franklin Chang revela avances del motor de plasma
Actualmente, el prototipo se “dispara” en periodos de larga duración para evitar fallas o sobrecalentamiento.
En la entrada del Laboratorio de Plasmas para Energía de Fusión y Aplicaciones del Instituto Tecnológico de Costa Rica (PlasmaTEC) un cartel proyecta la meta de este grupo de científicos: "Hacia la energía del futuro".
Iván Vargas Blanco dirige la tarea futurista. Él es sancarleño, estudió en una escuela unidocente con una pequeña biblioteca de no más de tres estantes, pero en la que había un libro que capturó toda su atención: un libro sobre fusión.
Casi cuatro décadas después, Vargas y sus estudiantes investigan "la energía de las estrellas", es decir, replicar en la tierra el mismo proceso por el que el sol ha producido su energía por los cuatro mil millones y medio de años que lleva brillando.
La fusión es una reacción nuclear en la que dos núcleos de elementos ligeros se unen, formando un núcleo más pesado. Al momento de unirse, generan una enorme cantidad de energía.
"Si comparamos la fusión con la quema de gasolina, gas o petróleo, se produce 10 millones de veces más energía. Energía limpia y con poquísima materia prima", explica el científico.Es tan grande la cantidad de energía que, con solo 25 gramos de materia prima, se generaría toda la energía que necesitan 2 personas a lo largo de toda su vida, calcula el equipo de investigación.
"Es una fuente teóricamente infinita porque el hidrógeno, materia prima del proceso, es el elemento más abundante del universo. Si las estrellas no han logrado agotarlo, menos nosotros los humanos", dice Vargas.¿Qué está haciendo Costa Rica para investigar la fusión?
"Es un reto de ingeniería; debemos tomar en cuenta que vamos a tener temperaturas de 150 millones de grados kelvin y a pocos metros vamos a tener dispositivos con 4 grados kelvin.Hoy en día, más de 10 países desarrollan un mega proyecto en Francia llamado "ITER", que busca construir el primer reactor de fusión a gran escala para demostrar que este tipo de energía es viable.
"El dispositivo debe tener la capacidad de recibir esa cantidad de energía de manera gradual y además, no deteriorarse después de mucho uso", explica Vargas.
"Estamos hablando de que para 2030 o 2035 las empresas privadas esperan tener desarrollada la energía de fusión", finalizó el científico.