POR Susana Peña Nassar | 23 de diciembre de 2014, 11:35 AM

Debido al riesgo al que se exponen los toreros improvisados, las clínicas y hospitales cercanos al redondel de Zapote se preparan ante eventuales emergencias.

Por ejemplo, el Hospital Calderón Guardia refuerza sus reservas en el Banco de Sangre, pues la demanda aumenta con las actividades taurinas.

Entre el 25 de diciembre del 2013 y el 5 de enero de este año, la clínica Carlos Durán y el Calderón Guardia atendieron 47 pacientes, cuya atención superó los ₵20.000.000.

Se han dado casos en los que un solo torero improvisado ha requerido hasta ₵34.000.000 en cirugías reconstructivas.

Marco Picado, director ejecutivo redondel de toros de Zapote, confirmó que ya cuentan con la póliza básica de accidentes del Instituto Nacional de Seguros (INS), que cubre hasta 250 toreros improvisados.