POR Manuel Delgado | 8 de mayo de 2014, 1:16 AM

El 14 de abril de 1014, hace 200 años, se fundó la Casa de Enseñanza de Santo Tomás, en una Costa Rica que todavía no era independiente.

Se funda en San José, que entonces no era la capital pero sí la residencia de lo más avanzado de la sociedad.

Entre sus fundadores se encuentran liberales convencidos, como el padre de Juanito Mora, y la dirige un liberal de primera, el bachiller José Rafael Osejo, que poco después de iba a convertir en un prócer de nuestra independencia.

Algunas imágenes recopiladas no corresponden a la San José de esa época, pero posiblemente la ciudad lucía muy similar.

La casa de enseñanza de Santo Tomás tenía como fin dar instrucción en primeras letras, que reunía en un mismo salón a niños y jóvenes de todas las edades.

Era primaria y secundaria a la vez, pero trabajaba con texto de la Universidad de León. Ahí se comenzaron a dar, entre otras, las primeras clases de Derecho.

En 1843, por impulso de José Marías Castro Madriz, la casa de enseñanza se convirtió en universidad. Ella funcionaba en el edificio de la izquierda, que estaba situado en el actual edificio del Ministerio de Hacienda, diagonal al Teatro Nacional.

Por uno de tantos errores que el país ha cometido, el edificio fue destruido innecesariamente.

Poco a poco, la universidad de Santo Tomás, también llamada Universidad de Santo Tomás de Costa Rica, fue evolucionando hasta llegar a ser simplemente la Universidad de Costa Rica.

Tenía los mismos símbolos que la actual, incluido el óvalo de su escudo, la flor de girasol y su lema “Lucen auspicio”, veo la luz.

En 1888, Mauro Fernández, quien se había graduado en ella de abogado, decidió clausurarla y pasará cerrada hasta 1940, cuando es refundada por el presidente Calderón Guardia.

En realidad, la universidad de Santo Tomás o como se le quiera llamar, nunca dejó de funcionar, al menos en sus estudios de Derecho, que comenzaron hace ya 200 años y que nunca han cerrado sus puertas.