POR Teletica.com Redacción | 14 de agosto de 2016, 8:18 AM

Oficiales de la Fuerza Pública del cantón josefino de Aserrí  llevaron alegría, juegos tradicionales y charlas a un importante grupo de adolescentes y niños de Bijagual.

Esta pequeña comunidad está ubicada en un alejado sector al que se llega tras dos horas y media en carro por un camino quebrado y rodeado de acantilados.

En Bijagual, donde viven 350 personas, la vida transcurre tranquilamente  en medio del fragor de gente trabajadora dedicada al cultivo de la tierra y a la producción de café especialmente.

Pese a lo alejado de esta comunidad, los problemas sociales no son ajenos a nadie y por eso la prevención y la capacitación son fundamentales para que niños y jóvenes crezcan en un ambiente más sano y seguro.

Esta fue precisamente la misión que se impusieron oficiales del Programa Preventivo Policial de la Fuerza Pública local, quienes coordinaron con la Municipalidad de Aserrí, el ICODER, el PANI, la Clínica Mercedes Chacón y la Asociación  Demográfica Costarricense para llevar alegría y prevención a colegios, escolares y a niños de kínder de Bijagual.

“Les llevamos una semilla fértil, buena, que irá creciendo en ellos. Les hablamos  de temas como narcotráfico y sus consecuencias. De cómo  pueden enfrentar el mundo y sus peligros. De  ser felices sin drogas, de cómo advertir peligros, incluso como denunciarlo.  Ellos han respondido muy bien y sabemos que tendrán mejores herramientas para la vida maravillosa que los espera”, dijo Víctor Soto, encargado de  Programas Policiales Preventivos de Aserrí.

Durante la actividad, que se realizó el viernes anterior, adolescentes y niños participaron de juegos tradicionales y recibieron charlas durante las cuales las autoridades expusieron diversos temas relacionados con valores y formación ciudadana, además de seguridad y prevención.

Los adolescentes reaccionaron con alegría y dijeron estar agradecidos con la Fuerza Pública por su asistencia. Algunos, por ejemplo,  Daniela Campos, de 16 años,  sueña  con crecer, terminar la secundaria y convertirse en Policía.

“Es uno de mis sueños más importantes. Servirle al país”, exclamó sonriendo.

“Con uno solo que reciba esta semilla y la lleve a su vida, germinando, será una gran ganancia.  Hablamos de dirigirlo desde muy pequeños para que crezcan sanos y felices sin droga ni nada que perturbe sus mentes y corazones”, comentó por su parte la oficial  Adriana Madrigal.

Otra colegiala que lucía feliz y agradecida fue Karen Segura, de 17 años, quien dijo haber recibido buenos mensajes para enfrentar la vida y evitar, por ejemplo, caer en las garras de las drogas.