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Jóvenes que vinieron de voluntarias al país reconocieron a supuesto violador
Ambas víctimas relataron que días antes habían visto al sujeto en la comunidad. Una de ellas, incluso, asegura que le ofreció drogas.
Un exagente judicial y criminólogo considera altamente probable la existencia de una cifra oculta o desconocida de turistas víctimas de delitos sexuales (ver video adjunto).
Esto luego de que se conociera la investigación de un presunto violador en serie en playa Santa Teresa de Cóbano, Puntarenas.
Seis turistas denunciaron ante la Fiscalía haber sido víctimas de un supuesto violador en ese sector. Los hechos habrían ocurrido entre marzo y abril de este año, según consta en las denuncias, de las cuales tiene copia Telenoticias.
Por este caso fue detenido un sujeto que se mantiene en libertad, pero con medidas cautelares.
Sin embargo, a criterio del exagente judicial, Gerardo Castaing, podría existir una cifra oculta o desconocida de hombres y mujeres víctimas de delitos sexuales en zonas turísticas. Por ejemplo, en el caso de Cóbano, donde se denunciaron estos hechos en los últimos dos meses, las denuncias eran pocas.
De acuerdo con datos de la Unidad de Análisis Criminal de la Oficina de Planes y Operaciones del OIJ, entre el 1.º de enero de 2019 y el 4 de abril de este año se denunciaron nueve casos de violación, cuatro abusos sexuales contra persona menor de edad y dos delitos de difusión de pornografía infantil.
Se denunció un caso de tentativa de abuso sexual, corrupción de menores, abuso sexual contra persona mayor de edad y de relación impropia, es decir, un total de 19 delitos sexuales.
Del total de esos casos, nueve fueron denunciados en playa Santa Teresa, cuatro en playa Montezuma y tres en Cóbano. Las víctimas fueron 13 costarricenses, tres estadunidenses, tres nicaragüenses, una española, una irlandesa, una noruega, una neozelandesa y una mujer de países bajos.
En la Fiscalía de Cóbano se investigan, en este momento, cinco denuncias de violación en perjuicio de seis víctimas, todas turistas extranjeras. Tres de ellas inglesas que llegaron a Santa Teresa como parte de un programa de voluntariado y ya regresaron a su país.