POR Natalia Jiménez Segura | 12 de agosto de 2021, 8:00 AM

"Usted está muy joven", "espere a su hombre ideal", "tal vez cambia de opinión". Estos son algunos de los comentarios que enfrentan las mujeres que toman la decisión de operarse para no tener hijos.

Más de una ha contado ser juzgada por familiares y amigos. En algunos casos, también encuentran resistencia en los médicos, quienes, por más que las pacientes soliciten el procedimiento quirúrgico, lo rechazan por criterio personal.

Alejandra Alcázar, una joven de 31 años, ha tenido que pasar por constantes trabas a la hora de solicitar la esterilización permanente en la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).

Ella tomó la decisión de no tener hijos hace un tiempo, luego quedó embarazada por un descuido y tuvo un aborto natural. Eso causó que su opinión tomara más fuerza.

“La decisión de no tener hijos yo la tenía antes de haber quedado embarazada. No estaba tan segura como hasta ahora, pero sí después de la experiencia del aborto, y también de ver a mi hermana en su parto natural, que fue lo más traumante que pude haber visto en mi vida", contó a Teletica.com.

“Yo he visto la dura tarea que es ser mamá. En mi vida no ha llegado y creo que nunca va a llegar el instinto materno que dicen que todas las mujeres tenemos, yo ya decidí que no quiero tener hijos”, añadió la mujer.

Luego de su aborto, tomó pastillas anticonceptivas un tiempo y, años después, optó por la inyección que se aplica cada tres meses.

Cansada de tener que sacar las citas, pidió a su doctora del Seguro Social que la refiriera para la esterilización, pero recibió una respuesta que considera indignante.

“Yo le dije a la doctora ‘viera qué cansado con esto de estar sacando cita para inyectarme. Además, no veo el hecho de estarme inyectando si yo no quiero tener hijos. ¿Por qué no me manda a operar? Ella me dice ahorita no se está operando a nadie porque tienen que llevar una charla y por el COVID-19 no la están dando’. 

Pero, de criterio personal, ella me preguntó que si estaba soltera y le dije que sí, a lo que me dijo ‘ves, tenés que esperar a que llegue tu hombre ideal para ver si cambias de opinión’. Ella no me trató mal, pero ese comentario completamente fuera de lugar, no necesito que nadie me haga cambiar de opinión”, dijo Alcázar.

La funcionaria no la apuntó en lista de espera ni la refirió.

"Tampoco me quisieron poner la inyección"

Luego de que no fuera tomada en cuenta para operarse, las trabas de anticoncepción siguieron.

Meses después de que le dieron las recetas físicas, se le perdieron sus documentos y entre ellos estaban los papeles de la CCSS. Acudió al centro para que se los dieran nuevamente, pero sostiene que no quisieron porque no había registro electrónico que comprobara que efectivamente se las habían recetado.

"Como insistí en que me la pusieran, me dijeron 'no se la voy a poner, esto no es una emergencia, yo no tengo por qué atenderla. Además, usted dice que no tiene pareja sexual entonces para qué la necesita tanto'", comentó la mujer.

Molesta, la joven alega que un embarazo no puede ocurrir solo cuando una persona tiene compañero sexual, ya que existe el sexo casual e incluso las violaciones.

A fin de cuentas, tuvo que comprar las inyecciones porque en la CCSS no se las pusieron.

“No me quieren operar, ahora salen con que no me quieren inyectar. ¿Qué va a pasar el día de mañana? Voy a ir a que me obliguen a tener un hijo entonces, porque eso prácticamente es lo que me están mandando a hacer, a embarazarme”, añadió.

Último intento

Tras estos dilemas, la asegurada presentó una queja en la Contraloría de Servicios, pero únicamente le indicaron que si perdió las recetas, debía realizar el proceso desde cero.

Meses después, volvió al centro médico a pedir de nuevo la operación.

“Me dice la señora '¿cuántos hijos tiene usted?' Y le dije que ninguno y me dice ‘ay no, entonces no creo que te operen. Yo no estoy de acuerdo con eso, pero la CCSS no opera cuando no tienen hijos porque se pide un máximo de dos. Eso no está escrito en ningún lado, pero por lo general los ginecólogos rechazan las referencias cuando saben que la mujer no ha tenido ningún hijo”, contó.

Hace un mes enviaron la referencia a un médico especialista y aún no ha tenido respuesta. Eso sí, le advirtieron que era muy posible que se la rechazaran.

"Al menos yo no me siento preparada psicológicamente para tener un ser humano en mi responsabilidad (…) Ahorita nosotros los jóvenes, o los que estamos tomando esta decisión, vemos que es una responsabilidad que no queremos tomar. Y creo que es la forma más responsable de vivir la vida, ¿qué gana usted teniendo un hijo del que no es capaz de criar?”, concluyó la mujer.

Teletica.com conversó con Angélica Vargas, coordinadora del Programa Mujer de la CCSS. Ella aseguró que los únicos requisitos para optar por la esterilización, por normativa, son ser mayor de 18 años y expresar su deseo de no tener hijos.

Es totalmente prohibido que a una mujer se le rechace esta opción por criterio personal del funcionario.

"Está normada la forma en la que ella tiene que gestionarlo, solo las menores de edad no pueden. Si cumple el proceso, la normativa, no tienen por qué decirle que no”, indicó.

En la próxima entrega, ¿cómo se gestiona este procedimiento y qué hay que hacer para aplicar?