El Ministerio de Hacienda presentó esta semana su propuesta para variar, por completo, la forma en que se calcula y cobra el marchamo en el país.
El proyecto de ley, que ya está en la Asamblea Legislativa, defiende hacer más equitativo el cobro del derecho de circulación y además permitir que los usuarios conozcan, en cualquier momento del año, cuánto deberán pagar por este.
Para lograrlo, Hacienda propone cambiar la fórmula con la que hoy se calcula el impuesto a la propiedad de vehículos, rubro que representa alrededor del 67% de ese importe.
En primer lugar, excluye de su cálculo la inflación y cambia la tasa anual de depreciación (hoy de 10%) por una escalonada según la antigüedad del automotor.
Por ejemplo, un vehículo sumará un 10% en su primer año, un 9,8% en el segundo y un 8,8% en el tercero. Eso quiere decir que, para ese tercer año, la depreciación acumulada será de 28,6% (10 + 9,8 + 8,8).
Un cálculo idéntico entraría a regir para las motocicletas, pero su depreciación arrancará con un 19,8% en el primer año hasta llegar a un 1,1% en el 15.
El otro cambio no menos importante es cómo se calculará el monto sobre el cual se medirá la base imponible (valor fiscal).
En el último cálculo del impuesto (2023), los vehículos empiezan a pagar el impuesto a partir de los ₡220 mil: una tasa base de ₡31.500.
Posteriormente, se utiliza una serie de tramos que van desde esos ₡220 mil hasta los ₡3.940.000. Luego de este último monto, todos los vehículos pagan una tasa de 3,5% más el porcentaje acumulado en los demás tramos.
La propuesta de Hacienda extienda esa tasa mínima para los vehículos con un valor de hasta ₡1.155.500, pero alarga los demás tramos hasta los ₡19 millones.
Eso permitiría, en palabras del ministro Nogui Acosta, que el impuesto sea más equitativo, provocando que los vehículos de menor valor paguen menos y los de mayor, más.
Con las motocicletas hay también un cambio relevante.
Actualmente, la fórmula de cálculo para estos vehículos no toma en cuenta su valor, sino solo su cilindraje. Esto, dijo Acosta, provoca que motos de lujo que cuestan tanto o más que un automóvil, paguen muchísimo menos.
La propuesta de ley también establece un aporte anual por vehículo (adicional al impuesto) de ₡1.700.
Ese aporte se distribuirá entre la Asociación de Guías y Scouts de Costa Rica (que hoy también se beneficia del marchamo), el Centro Diurno de Atención al Ciudadano en la Tercera Edad, la Asociación Hogar de Ancianos de Pérez Zeledón, el Consejo Nacional de Personas con Discapacidad y la Asociación Pueblito de Costa Rica.
Ese importe también podría variarse cada año, según dice hoy la propuesta.
La presidenta de la Comisión de Asuntos Hacendarios, Paulina Ramírez (PLN) dijo que aún deben analizar a fondo la propuesta, pero que haciendo un análisis rápido, temen que los propietarios con vehículos en tramos intermedios podrían verse este año pagando más.
"La otra preocupación es que imponer una mayor carga tributaria a los vehículos más caros también desincentiva su compra, pensando por ejemplo en reducir las emisiones", dijo Ramírez.
El proyecto deberá ser analizado, consultado y votado por el Congreso antes de entrar en vigor.