Sucesos
Colegiala cumple cinco días desaparecida: “Me dijeron que hasta iba en vuelo para México”
Anyelina Mena Mora, de 12 años, salió de su casa en Suerre de Pococí, Limón, el pasado viernes y todavía no aparece.
En promedio, cada dos horas se reporta una persona desaparecida en el país. Hasta el 15 de julio, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) registraba 2.178 denuncias, lo que equivale a un promedio de 11 diarias. De mantenerse esta tendencia, es probable que el año cierre con un aumento respecto a los datos de 2023.
En los últimos años, las cifras de desaparecidos han ido en aumento: de 1.793 casos en 2020 a 3.746 el año pasado, y al comparar las cifras de 2023 con las de 2024, se observa que, con excepción de junio, cuando se reportaron 66 casos (dos menos que en el mismo mes del año anterior), todos los meses han mostrado un incremento.
En promedio, cada mes suma 54 casos más que en 2023, lo que representa un aumento del 20%. Mayo fue el mes más dramático, con 408 casos, en comparación con los 359 registrados en mayo de 2023, como se observa en la imagen a continuación.
Los datos también muestran que, de los casos reportados en lo que va de este año, 1.340 corresponden a menores de edad. Por provincia, la mayoría de las desapariciones se registran en San José (890), seguido de Alajuela (374) y Limón (208).
El problema con este aumento de casos es que, mientras las denuncias crecen, los recursos para atenderlas se mantienen iguales, lo que, según Michael Soto, subdirector del OIJ, “nos pone en aprietos”.
“La cantidad de desapariciones es tan abundante que los compañeros encargados de esos casos a veces están sobrecargados y deben darle una atención similar a todas. Lo que hacemos es priorizar los casos de menores de edad, debido a su mayor vulnerabilidad. En situaciones donde se presentan dos desapariciones críticas al mismo tiempo, debemos tomar personal de otras áreas para ser efectivos", explicó Soto.
El jerarca también aclaró que, aunque la cifra es preocupante, la mayoría de las personas desaparecidas reaparece, y el porcentaje de quienes no son ubicados tras el reporte se mantiene estable, cercano al 0,1%.
“La mayoría de las desapariciones son de personas que deciden voluntariamente alejarse de su entorno, y cuando se les localiza, manifiestan que no quieren que su familia las ubique, especialmente en casos de adultos. También hay personas con órdenes de captura por pensión alimentaria o delitos criminales que deciden huir”, añadió Soto.
Aun así, el subdirector del OIJ destacó la importancia de la denuncia oportuna, ya que, en casos donde sí existe un delito o una sustracción, el tiempo es clave.
Soto atribuye el aumento de reportes a una mayor cultura de la denuncia, y aunque esto representa un desafío y satura la labor de los oficiales, quienes deben combinar las tareas de búsqueda e investigación con otras funciones, prefiere que las denuncias se presenten lo antes posible.
Además, enfatizó que es falso que exista un protocolo de horas para presentar una denuncia de desaparición; es decir, no se debe esperar 24, 48, ni 72 horas, sino que la alerta puede generarse desde el momento en que la desaparición ocurre.
Soto también señaló que, en casos de desaparición, cualquier persona puede presentar la denuncia, sin necesidad de parentesco. “Las circunstancias son múltiples y variadas, y la investigación incluye testimonios, pruebas técnicas y científicas. Por eso, tenemos un protocolo que abarca todo eso”, detalló.
Finalmente, el subdirector aclaró que los casos de desaparición no se cierran y siempre se mantienen activos en caso de que surja nueva información.