POR Álvaro Sánchez | 22 de diciembre de 2014, 6:54 AM

Vanessa Molina, una aficionada del Deportivo Saprissa el sábado anterior fue por primera vez a un encuentro de fútbol, no tuvo su mejor experiencia en el estadio Rosabal Cordero.

El equipo de sus amores festejó el título nacional, sin embargo, ella salió con el pómulo fracturado.

Según contó, una serpentina –que repartió el Herediano antes de iniciar el juego– la impactó y tuvo que ser trasladada de inmediato al hospital.

Aparentemente, la empresa privada contratada para velar por la seguridad incumplió con la cantidad de oficiales que prometió llevar al inmueble florense.

Esta compañía tiene cinco procesos abiertos en el Departamento de Seguridad Privada del Ministerio.