7 Días
El golfo de la desesperación
Si el COVID-19 ha golpeado la economía del Valle Central, imagine lo que ha hecho en zonas que siempre han sido víctimas del abandono y la necesidad.
La pandemia de la COVID-19 dio un duro golpe a los pescadores del Golfo de Nicoya, quiénes vieron un desplome en sus ingresos tras el cierre de restaurantes y hoteles en la zona.
En esta parte del país, muchas familias empezaron a vivir extrema necesidad y tenía dificultades para suplir la alimentación básica, según mostró un reportaje de 7 días, con un equipo que viajó a estas comunidades hace tres meses.
Hoy, el escenario es otro, ya que muchos de los pescadores artesanales del Golfo de Nicoya han recibido ayuda de diferentes familias, organizaciones y empresas en medio de la crisis sanitaria.
A la fecha, se han llevado paquetes de alimentos a 480 familias de Isla Chira, Costa de Pájaros, Níspero, Sonzapote, Loma Bonita, Tortuguero, Copal, Puerto Pochote, Puerto San Pablo, Puerto Jesús, Puerto Thiel y Quebrada Honda.
Según datos de Fundación MarViva, que coordinó un trabajo en la zona para la entrega de diversas ayudas.
“Después de tanto tiempo de estar preocupados por la emergencia y de esperar tanto, hemos empezado a ver las bendiciones”, dijo William Quirós, uno de los pescadores de Isla Chira que recibió los donativos.
También envió un mensaje de agradecimiento, William Ortega, pescador de Puerto Pochote, "agradezco a todas las organizaciones que se sumaron para darnos esta ayudita".
En las entregas ayudaron voluntarios de las empresas y ciudadanos, quienes se organizaron y siguieron todos los protocolos recomendados por el Ministerio de Salud.