De cara la gran final de la sexta temporada de Nace Una Estrella (NUE) el próximo domingo, los jueces repasan los altibajos del formato de este año, destacan que ha sido una temporada como ninguna otra y responden a algunos de los señalamientos que ha hecho el público en torno a su trabajo.
Una temporada diferente a las demás
Para Marvin Araya, director de la Orquesta Filarmónica y juez del formato, esta ha sido una “temproada reveladora y diferente”. Respalda su aseveración aclarando que eso no significa que en otras temporadas no haya habido talento, sino que, en esta, “el nivel competitivo ha sido mayor”.
Ricardo Padilla, otro de los jueces, también califica esta temporada como “atípica”.
“Esta temporada ha sido atípica porque ha habido muy buenos talentos, ha sido superior a otras, pues yo estuve en la anterior y aquí, más allá de los concursantes, también la puesta en escena, ha sido distinguida”, señala Padilla.
Joaquín Yglesias, tenor nacional y juez, también comparte la misma visión y, a la vez, lo atribuye a una mayor rigurosidad a la hora de elegir a los participantes.
“Yo al menos lo atribuyo a que fuimos más rigurosos en las audiciones, pues el criterio de selección este año ha sido el mejor, sin duda”, asegura Yglesias.
Incluso, señala el tenor, pese al criterio tan estricto que se tuvo para la selección de participantes este año, hubo tantos concursantes inscritos en las audiciones, que eso les permitió curar una lista más larga de participantes.
“Tuvimos que ampliar el tamaño de seleccionados porque normalmente eran diez y seleccionamos 12”, aseguró.
Pero esto no significa que, a lo largo de los programas, no hubiera ciertas dificultades con la evolución de los participantes. Yglesias, el juez encargado de las correcciones de técnica vocal, explica que una parte fundamental para el crecimiento de los participantes es que acaten las indicaciones que se les da después de cada una de sus presentaciones.
Tanto así, que reconoce que su trabajo se complicó en varias ocasiones durante la temporada “cuando algún participante no seguía las indicaciones y los señalamientos se tornaban reiterativos, así como el proceso de señalarlos, que se volvía tedioso”.
“En algunos casos, los que tal vez no hicieron tanto caso no tuvieron tanta evolución, pues han salido antes o más temprano, y eso, más que difícil, ha sido doloroso”, confiesa Yglesias.
Polémicas en torno a los jueces
“Lo más difícil es que se queda bien con uno y mal con muchos”, reconoce Padilla, quien, durante su conversación con Teletica.com, amplió sobre la diversidad de opiniones a las que se enfrentan los jueces a raíz de su desempeño en cada gala durante los días consiguientes.
Una discusión constante durante la evolución del programa tuvo que ver con las calificaciones de los jueces; si bien ha sido un elemento que siempre ha acompañado todos los formatos de este tipo, en las últimas semanas se han convertido en el protagonista de las conversaciones en torno al formato de canto.
“Ha sido complicado porque el jurado vota, pero la gente también vota. Entonces hay mucha cuestión emocional de parte del público”, señala Marvin Araya.
Araya asegura que este elemento es algo que pesa sobre el trabajo de los jueces, pero recuerda que, al fin y al cabo, la última decisión la tiene el público, pues en cada programa se toman en cuenta los votos e incluso en la gran final las calificaciones de los jueces no se toman en cuenta en las tablas, pues el ganador se elige meramente partiendo de los votos del público.
Para varios de los participantes, el venezolano está entre sus cantantes favoritos y se saben todo su repertorio. Muchos califican la oportunidad como un "salto de varios peldaños" en su carrera.
El problema suscita cuando el público se vocifera en contra de las calificaciones y a favor de un participante, pero luego no plasma ese apoyo en los votos, y el desenlace de los retos y eliminaciones termina siendo dictado por las personas que sí emiten los votos.
“Lo que a mí me parece preocupante muchas veces es la gente que le gusta tal cantante, tal niño, tal niño y tal muchacha, pero no vota. Entonces los otros que sí votan marcan la diferencia y eliminan o dejan a personas que tal vez no son las más populares, pero si no son los más populares en votación.
“Para mí es una doble preocupación pensar en que pueda ser que gane el que tenga más apoyo del público, aunque tal vez no sea el cantante más técnicamente o musicalmente experimentado, ni el mejor para el criterio mío personal”, defiende Araya.
Durante el programa, algunos participantes señalaron que los jueces tenían cierta preferencia con algunos de los concursantes y que incluso les ayudaban y daban guía en sesiones de tú a tú fuera del escenario.
“Ahí en maquillaje están los jueces, estamos los jueces y también los participantes, entonces los muchachitos llegan a pedirte consejos, no es que haya preferencias con unos sobre otros”, defiende Ricardo Padilla.
Durante el programa de la semifinal, Yglesias aprovechó su intervención para referirse a estas acusaciones, señalando que los jueces ayudaban a todos los participantes que les solicitaran guía: “es igual a hacerle una consulta al médico; si nos buscan para pedir ayuda, se las ofrecemos, independientemente de la persona”, aseveró.
Controversias en torno a la nacionalidad y experiencia de algunos participantes
Durante la entrevista conTeletica.com, los jueces también se refirieron a los comentarios de usuarios que han trascendido en oleadas durante la temporada en las redes sociales y que aseguran que los participantes con mayor experiencia no merecen estar en el formato, pues le llevan ventaja a los más novatos, o que señalan que se trata de un formato costarricense, que debería enfocarse en el talento nacional.
“Es muy diferente ser cantante, a ser artista o a ser estrella. Creo que cada quien, para tener el nivel que ha tenido a la hora de entrar, ha tenido algo de experiencia. El programa sería muy aburrido si se trata de personas que salen de cantar en la ducha a subirse al escenario del canal”, acota Yglesias.
De hecho, el tenor defiende que más bien se trata de rendirle homenaje “a aquellos que han luchado por sus sueños por años o por meses y no han sido reconocidos hasta llegar al programa”.
“NUE tiene que poner gente que tenga por lo menos un curriculum pequeño, pero que no sea un súper profesional, todo con el fin de darle más dinamismo al evento”, señala Padilla.
“Debería de ganar un tico”, “este es un formato de talento nacional, no sé por qué entonces incluyen a extranjeros” son comentarios que no han dejado de repetirse en las distintas plataformas sociales cuando se habla del formato de canto.
Para los jueces, sin embargo, la nacionalidad es un elemento aparte, y el formato consiste en resaltar el talento que existe en territorio nacional, sea nacido en el país o radicado en Costa Rica.
“Yo sí creo que no importa que venga de Venezuela, que sea salvadoreño. Los ticos somos los que estamos disfrutando de ese talento, de estos muchachos extranjeros y de los ticos”, defiende Marvin Araya.
Padilla se suma a la conversación y señala que, si bien no se opone a la participación de extranjeros, ese es un elemento que debería haberse dejado claro desde el inicio del formato.
“A mí me parecería interesante que se tratara solo de nacionales, y no pongo objeciones si se trata de extranjeros, pero sí creo que la organización debe tener claro quiénes son los participantes, cuál es su currículum, si se trata de gente profesional con amplia experiencia en otros países, para garantizar igualdad de condiciones”, acota Padilla.
Recuerde que el programa se emite todos los domingos a las 7 p. m. por Canal 7 y Teletica.com.