Gustavo Marín: el joven que soñó con dejar a Desamparados en alto y lo logró

Gustavo Marín, de 21 años, se convirtió este domingo en el gran ganador de la categoría de adultos en Nace una Estrella (NUE) y, en medio del triunfo, celebró haber logrado dejar en alto el nombre de su cantón Desamparados.

Desde el inicio del programa, el joven músico dejó claro que una de sus grandes motivaciones era desmitificar la creencia de que su barrio es peligroso y que "los desamparadeños solo se dedican a la delincuencia y a las drogas".

“Vengo de un barrio donde la gente dice que ahí no hay talento, que solo hay drogas. Y la gente no espera que en algún lugar de Desamparados haya jóvenes que sí luchan, no por las drogas, sino por lo que los apasiona. Yo siempre dejo en nombre de Desamparados en algo para que todos los jóvenes que me vean digan: ‘Si él pudo, ¿por qué yo no?’”, comentó Marín.

Antes de entrar a NUE, el cantante trabajaba como repartidor y mensajero pues, debido a que ya es padre de familia, no podía recoger los suficientes ingresos si vívia completamente de la música.

“Yo trabajé en Uber hasta en bicicleta, porque a veces los ingresos de la música no eran tan buenos”, confesó.

Siempre fue un gran “pulseador”, motivado por el deseo de sacar adelante a su pequeña de un año, María Emilia.

“Durante toda la temporada me trasnochaba, por mi hija, que a veces no quería dormir, y también por ensayar. En mi corazón lo quería (ganar), pero cuando me pusieron con Jeff (en la final), dije: ‘wow, Jeff es un artista superbueno y le ha ido superbién en la competencia’. Pero al final pude ver el apoyo de todas las personas”, acotó Marín.

El público de Marín es tan fiel, que incluso antes de la final, se aglomeró en las afueras de Televisora de Costa Rica con comparsas para darle ánimos en la gran final.

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¿Qué hará con los $15.000 de premio?

“Seguir produciendo música, hacer unas cositas en la casa para mi hija, y seguir adelante con esta carrera, que aquí no termina”.

​Su pareja, Dania Delgado, madre de su hija, contó el orgullo que tiene por Marín y la gran bendición que representa ganar la competencia para su familia.

“Cuando escuché su nombre, la alegría inundó mi corazón, solo las lágrimas lo podían expresar, y demostrar esta bendición, es una bendición para él y para nuestra familia. Todos lo merecían, pero al final quedó él y yo estoy muy feliz. Gracias a todos por mostrarle su apoyo y nunca mandarlo a reto, y por darle ese gane”, nos dijo Delgado.

Además de Marín, en la categoría de niños, ganó Jeremy Solís, de 13 años, quien recibió $7.500.

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