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Camila Murillo, una boyera por herencia con futuro en la Agronomía
Esta quinceañera ha forjado un vínculo muy fuerte con la tradición agrícola de su familia.
Hace un año, en San Antonio de Escazú, nació Trapiche 4 Vientos, un emprendimiento móvil que lleva lo mejor de las delicias de la caña de azúcar a todos los rincones del país (ver nota completa en el video adjunto).
Después de un cuidadoso proceso que dura alrededor de cuatro horas, este negocio, que está conformado por más de 15 personas, ofrece a sus clientes sobados, melcochas, tapas de dulce y jugos frescos, todo elaborado con la misma técnica artesanal que ha acompañado a los costarricenses desde 1974, cuando la tradición del trapiche se instaló firmemente en la cultura nacional.
Si desea experimentar un pedazo de historia costarricense, no dude en buscar Trapiche 4 Vientos en las redes sociales y prepararse para saborear el auténtico sabor de las costumbres nacionales.