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La inspiradora historia de Rosita Vargas Rojas y su pasión por aprender
Este testimonio es un recordatorio de que la edad no es un límite cuando se trata de crecer y superarse.
En el tranquilo pueblo de La Paz, en Piedades Norte de San Ramón, un niño de 10 años está marcando la diferencia con su amor por la tradición boyera. Santiago Chaves, un apasionado de esta actividad, ha decidido seguir los pasos de su abuelo, Eduardo Arias, quien ha sido su maestro y fuente de inspiración en este mundo.
Desde temprana edad, Santiago ha estado rodeado de los bueyes que su abuelo cuida con esmero (repase la nota completa en el video adjunto).
“Me encanta estar con ellos, siento que es un vínculo especial. Mi abuelo me ha enseñado todo lo que sé sobre el cuidado y manejo de los animales”, comparte el joven boyero con una sonrisa que refleja su entusiasmo.
La boyería, una tradición que forma parte del patrimonio cultural de Costa Rica, ha sido transmitida de generación en generación. Arias, de 68 años, se muestra orgulloso de que su nieto haya tomado el relevo.
“Santiago tiene un talento natural para esto. Es trabajador y siempre está dispuesto a aprender. Verlo seguir mis pasos me llena de alegría”, asegura.