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¡200 años de historias! MQN celebra bicentenario de la Anexión del Partido de Nicoya
En este especial de ‘Más que noticias’ resaltamos las historias contadas durante los últimos 200 años.
Ubicada en la provincia de Guanacaste, Santa Cruz es una ciudad con una rica historia y una vibrante cultura. Inicialmente, era un asentamiento indígena chorotega, un grupo que dejó una profunda huella en la región con sus tradiciones y costumbres.
Es conocida como la “Ciudad Folclórica” debido a su dedicación a preservar y celebrar las tradiciones culturales, como la danza, la música y las festividades religiosas (repase la nota completa en el video adjunto de Más que noticias).
Tierra de bailes y música tradicional
Una de las razones principales de este título es la celebración de la Fiesta de Santa Cruz, que se lleva a cabo cada enero. Esta festividad es una de las más importantes del país y combina elementos religiosos con manifestaciones culturales como bailes típicos, música tradicional, mascaradas y comidas típicas.
Durante este evento, la comunidad se une para rendir homenaje a su santo patrón, El Negrito de Esquipulas, y para celebrar con actividades que han sido transmitidas de generación en generación.
Además, Santa Cruz es un bastión de la danza y la música folclórica costarricense, especialmente del punto guanacasteco, que refleja la vida rural y las costumbres de la región. La ciudad también alberga varios grupos folclóricos que se dedican a mantener vivas estas tradiciones a través de presentaciones y talleres.
Custodios de arte centenario
Los alfareros de Guaitil, una pequeña comunidad situada en el cantón de Santa Cruz, son custodios de una tradición artesanal que se remonta a la época precolombina. Conocidos por su excepcional habilidad en la fabricación de cerámica, estos artesanos han mantenido y transmitido sus técnicas ancestrales.
Utilizando métodos tradicionales y materiales naturales, como el barro local y tintes naturales, los alfareros de Guaitil crean piezas únicas que reflejan la herencia cultural de los indígenas chorotegas. Sus productos, que incluyen jarrones, platos y figuras decorativas, no solo son apreciados por su belleza estética, sino también por su valor cultural e histórico.
La dedicación para preservar y promover el legado artesanal, artístico y gastronómico de Guanacaste ha convertido a Santa Cruz en un símbolo vivo de sus ricas tradiciones y, por eso, celebran en grande ser parte de lo que se conoció como “La Gran Nicoya”, y que ganaron los ticos gracias a la Anexión del Partido de Nicoya.