POR Juan Carlos Zumbado | 18 de octubre de 2024, 18:55 PM

En las calles de Zarcero, Alajuela, se encuentra una figura que encarna el esfuerzo y la perseverancia. Zaida Villegas, conocida cariñosamente como “Mi amorcita”, lleva 12 años vendiendo verduras en las esquinas de este encantador cantón. Con una historia de vida llena de altibajos, Zaida se ha ganado el respeto y la admiración de su comunidad, no solo por su trabajo, sino también por su espíritu inquebrantable.

Su vida cambió drásticamente hace 12 años, cuando, después de 40 años de matrimonio, se separó de su esposo. Con seis hijos, 15 nietos y un bisnieto, decidió salir adelante por su cuenta y comenzar a vender verduras en las calles de Zarcero. Desde entonces, ha recorrido un largo camino, tanto literal como figuradamente, demostrando que nunca es tarde para reinventarse y seguir luchando.

Una caminata diaria de esfuerzo

Cada día, Zaida realiza un recorrido a pie de 40 minutos desde su casa hasta el centro de Zarcero. Esta rutina no es solo un medio de transporte para ella; es una muestra de su compromiso y dedicación. 

Sin importar si hace calor o si la lluvia arrecia sobre este cantón alajuelense, “Mi amorcita” siempre encuentra la manera de estar allí, con una sonrisa y una palabra amable para sus clientes.

Un personaje querido y admirado

Zaida Villegas no es solo una vendedora ambulante; es un ícono de Zarcero. Su apodo, “Mi amorcita”, refleja el cariño que la comunidad siente por ella, una mujer que, con su carácter y carisma, ha conquistado a quienes la conocen. Su historia es un recordatorio de que cada persona enfrenta su propia batalla, y que, con determinación y amor, es posible salir adelante, sin importar las circunstancias.

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