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El arte de encordar, un trabajo invisible pero esencial en el tenis
Conozca la historia de “Tino”, quien tiene 36 años de experiencia en este oficio.
En Barranca de Piedades Sur, un rincón tranquilo de San Ramón, vive José María Molina, un hombre que, a sus 69 años, se ha convertido en un auténtico portador de tradiciones (repase la información completa en el video adjunto).
Con un profundo respeto por las costumbres del campo, Molina se ha mantenido fiel a una vida de trabajo arduo, siempre rodeado de bueyes, trapiches y carretas, tal como lo aprendió de su padre y su abuelo.
Pero además de su oficio como boyero, tiene un talento musical que también ha sido clave para su legado: como integrante de un trío, anima las fiestas y rezos de su comunidad, llevando alegría y música a cada rincón.
Desde pequeño, este hombre ha vivido y respirado el campo.
"Yo aprendí de mi papá y mi abuelo, quienes trabajaban en trapiches, haciendo dulce, jalando leña y otras cosechas", relata mientras mira con orgullo los bueyes que lo acompañan día a día, a quienes cariñosamente llama "Los pintos".
A su lado, estos animales se han convertido en los compañeros inseparables de su vida y su trabajo. “Ellos son mi fuerza, sin ellos no podría hacer todo lo que hago”, asegura con una sonrisa.
En su comunidad, es común ver a José María recorriendo las calles en su carreta, guiando a sus bueyes con la destreza que solo los años de experiencia le han otorgado.
Junto a él, sus hermanos también se han sumado al esfuerzo de mantener vivas las tradiciones que, con el paso del tiempo, han quedado un tanto olvidadas en otras partes. Para ellos, esta forma de vida no es solo un oficio, sino un modo de honrar sus raíces y preservar el legado familiar.
Pero Molina no es solo un hombre de campo; su vínculo con las tradiciones también se extiende al mundo de la música. En su tiempo libre, forma parte de un trío que es muy querido en la comunidad.
"Nos gusta acompañar las fiestas, los rezos, cualquier actividad que lo pida la gente", comenta, destacando que la música es otra de sus pasiones.
Con su guitarra y el acordeón de sus compañeros, animan eventos locales, llevando con su música el sabor del campo y el alma de las tradiciones costarricenses.
"La música nos une, nos da vida", afirma con la convicción de quien ha hecho de ella una forma de conexión con su gente.
Si alguien desea contactarlo o conocer más sobre su vida y tradiciones, José María está disponible al teléfono 8639-4948.
Como siempre, dispuesto a compartir su historia, su música y la sabiduría de un hombre que, más que vivir, ha sabido mantener viva la esencia de su gente y su tierra.