POR Jose Ernesto Herrera | 18 de septiembre de 2024, 18:55 PM

En el 2019, la familia García Romero dejó su tierra natal, Venezuela, en busca de una nueva vida y una oportunidad para salvar a su hijo.

Huyendo del régimen y las dificultades que enfrentaban en su país, llegaron a Costa Rica con una esperanza: encontrar seguridad. Hoy, esta familia no solo ha encontrado refugio, sino también una profunda gratitud hacia la tierra que los acogió.

Saray Romero y su esposo decidieron buscar una mejor vida para Maicol, su hijo, quien enfrentaba serios problemas de salud que en Venezuela no podían atender (ver nota completa en el video adjunto). 

"Costa Rica nos dio lo que nunca habríamos tenido allá: la seguridad social y una educación para nuestros hijos", comenta Romero. 

Su esposo, licenciado en Administración, trabaja como chofer de plataformas digitales para sostener a la familia, mientras que Romero ha encontrado en este país un lugar seguro donde Jeremy, uno de sus hijos, recibe la atención necesaria para su autismo severo y síndrome compulsivo.

Gilmaris García, de 15 años, ha sido un pilar fundamental para su familia. Durante el proceso de lucha de su madre contra el cáncer, ella asumió el rol de cuidadora no solo de su mamá, sino también de su hermano menor, Jeremy, a quien cuida con amor y dedicación.

"Gilmaris es como otra mamá para Jeremy", expresa Saray con orgullo.

Para la familia García Romero, Costa Rica es mucho más que un refugio. Es un país que les ha brindado una nueva oportunidad de vida y, por eso, lo consideran el mejor lugar del mundo. La seguridad social, el acceso a una educación digna y la calidez de la gente han permitido que esta familia construya un nuevo hogar y un futuro más prometedor para sus hijos.

Con una gratitud profunda, Saray y su familia esperan seguir adelante, siempre agradecidos por la mano amiga que encontraron en Costa Rica.

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