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La Navidad llega temprano al hogar de Rosa Mora y Henry Oviedo
Para esta pareja de artesanos, la Navidad es más que una fecha en el calendario: es una oportunidad de unir a la comunidad y celebrar las tradiciones con alegría y generosidad.
Han pasado 10 años desde que Ileana Ortega, vecina de San Cristóbal Norte en Desamparados, decidió dar el salto hacia el emprendimiento navideño. La idea, tan sencilla como pragmática, surgió en una conversación familiar: “En diciembre se gasta mucha platica, necesitamos un ingreso extra”.
Así, con la iniciativa de su esposo y el apoyo de sus hijos, los Padilla Ortega comenzaron a vender árboles de Navidad, una tradición que, además de ser una fuente de ingresos, les permitió tejer una red de productos que hoy se extiende mucho más allá del tradicional árbol de ciprés (repase la información completa en el video adjunto).
A sus 42 años, doña Ileana no solo es madre de dos hijos y trabajadora en una empacadora de hortalizas, sino que también se ha convertido en la cabeza de un negocio familiar que tiene su base en el amor por la Navidad y la creatividad.
La finca, que hasta hace una década era solo un espacio dedicado al cultivo y cuidado de árboles, hoy es un taller en donde se producen no solo los tradicionales cipreses, sino también coronas de adviento, pesebres y decoraciones navideñas que le dan un toque especial a cada hogar que las compra.
En una reciente entrevista, doña Ileana nos invita a recorrer su finca y a conocer más sobre este emprendimiento que ya lleva una década consolidándose en la comunidad. Mientras ajusta una corona de adviento, explica cómo su familia se encarga del cuidado y la venta de los árboles, además de la producción de otros productos artesanales.
"El trabajo de cortar y preparar los árboles no es fácil, pero tenemos mucha experiencia. Cada árbol debe ser cortado y tratado con mucho cuidado, para que llegue a las casas en las mejores condiciones", comenta, mientras muestra cómo se preparan para la temporada alta, que inicia con fuerza en noviembre y culmina en diciembre.
Pero no solo los árboles ocupan su tiempo. En el taller, se preparan con esmero las coronas de adviento, una de las especialidades que más demanda tiene.
"Este año, comenzamos a hacerlas con nuevas técnicas de decoración y varios tamaños, para que se adapten a todos los gustos", explica doña Ileana mientras coloca algunas ramas de pino y decoraciones brillantes en una corona, lista para ser entregada a algún cliente.
El trabajo que realiza es tan variado como exigente. Además de las coronas y los pesebres, en su finca se fabrica aserrín y otros adornos que se convierten en detalles imprescindibles para quienes buscan darle a su hogar un toque navideño único.
Todo esto, por supuesto, se hace con el apoyo de su esposo e hijos, quienes la acompañan en cada paso de este proceso que combina trabajo, arte y tradición.
Si desea contactarlos, puede hacerlo por medio del Facebook: Cipreses Familia Padilla Ortega o al teléfono 8880-4658.