POR José Miguel Cruz | 17 de septiembre de 2024, 18:55 PM

En Curridabat, San José, se teje una historia de valentía, amor y perseverancia que ha inspirado a muchas familias que enfrentan desafíos similares. Gabriela Cervetto, madre de María Belén, recuerda con claridad el día en que los médicos le dijeron que su hija nunca hablaría. Sin embargo, años después, vive lo que describe como un milagro al escuchar su voz.

Cuando, a los seis meses de edad, María Belén fue diagnosticada con hipoacusia, Gabriela y su familia emprendieron un camino lleno de retos y aprendizajes. Inspirada por el famoso ensayo Carta de Bienvenida a Holanda, escrito en 1987 por Emily Perl Kingsley, Cervetto encontró consuelo y fortaleza para enfrentar las dificultades. 

A los 2 años, María Belén recibió un implante coclear, un momento decisivo que abrió nuevas posibilidades para su desarrollo (ver nota completa en el video adjunto).

La clave del progreso fue la terapia auditivo-verbal, un proceso que requirió constancia y dedicación. Gabriela, comprometida con el bienestar de su hija, trabajó en conjunto con la Fundación Sordo Vos, una organización que ofrece información y apoyo a familias con miembros que padecen discapacidad auditiva.

María Belén en Madrid

Hoy, a sus 30 años, María Belén Cervetto vive en Madrid, España, donde estudió Biotecnología y Gestión Ambiental. Trabaja en su área profesional y lleva una vida plena, algo que atribuye a la difícil decisión que sus padres tomaron al equiparla con un implante coclear cuando tenía dos años. 

Agradecida por esa elección, ha demostrado que, con el apoyo adecuado y el amor familiar, los desafíos pueden transformarse en grandes oportunidades.

Gabriela, por su parte, continúa colaborando voluntariamente con la Fundación Sordo Vos, ofreciendo apoyo e información a otros padres que enfrentan el diagnóstico de hipoacusia en sus hijos.

Para más información, puede ingresar a las redes sociales: @FundaciónSordoVos.

Lea también

MasQN

Televidentes de +QN hicieron realidad el sueño de una silla para Dayanna

La difícil situación económica que enfrentaba su padre, quien trabaja en el comercio y las ventas, le impedía ahorrar los 3 millones de colones necesarios para adquirirla.