POR José Miguel Cruz | 12 de septiembre de 2024, 18:55 PM

José León, vecino de Guadalupe, ha transformado su hogar en un auténtico laberinto de juguetes, acumulando miles de piezas a lo largo de los años (ver nota completa en el video adjunto). 

Lo que comenzó como una simple afición, se convirtió en una compulsión tras la muerte de su madre, un dolor que nunca logró superar. Para José, los juguetes se convirtieron en su refugio, una manera de llenar el vacío emocional que dejó esa pérdida irreparable.

Con el tiempo, la colección creció tanto que en su casa apenas tiene espacio para moverse. La mayoría de los juguetes y muñecos, muchos de ellos únicos, están apilados en cajas, como si cada uno guardara un fragmento de su historia personal. Lo que para otros podría parecer una acumulación desordenada, para José es su forma de preservar recuerdos y de enfrentar el duelo y el aislamiento, a través de objetos que le brindan consuelo.

Hoy, su mayor anhelo es transformar su vasta colección en un museo, un espacio donde no solo pueda compartir con el mundo los juguetes, sino también las emociones que estos representan.

La juguetería de José es mucho más que una colección: es su gran tesoro.

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