POR Juan Carlos Zumbado | 15 de septiembre de 2022, 18:00 PM

Bernarda Vásquez es recordada en nuestro país como un símbolo de avance para el sufragio femenino. Adquirió este título cuando se convirtió en la primera mujer en ejercer el voto en Costa Rica. 

Lo hizo el 30 de julio de 1950, cuando participó en el plebiscito que determinó que La Tigra y La Fortuna formarían parte de San Carlos; en aquel momento no sabía que se convertiría en la primera mujer en ejercer sus derechos democráticos en el país, ni que llegaría a ser considerada como una de las figuras más representativas de los avances hacia la equidad de género en Costa Rica.

Aunque Vásquez murió hace nueve años, sigue siendo recordada con honores en su comunidad. Una de las razones ha sido el esfuerzo de su sobrino, Antonio Vásquez, quien se ha encargado de que su nombre no pase al olvido y de que su legado forme parte del recuerdo colectivo de los costarricenses.

Un equipo de Más Que Noticias lo visitó para conocer más sobre su esfuerzo y, por supuesto, sobre su tía Bernarda. En el video adjunto cuenta que ella nunca se casó y que tampoco permitía que le llamaran “señora” o “doña”. 

Sus aspiraciones iban más allá del matrimonio, y motivaron su decisión de dedicar 40 años de su vida al servicio de Dios; fue catequista en la iglesia de La Tigra durante esas cuatro décadas, donde se dio a conocer por sus estudiantes como la “Niña”, su título de preferencia.

“Vendía huevos en la casa para salir adelante y al final de sus días, falleció de 95 años, tenía problemas de vista, incluso varios exmandatarios del país la visitaron y ella los confundía con clientes”, relata Antonio Vásquez en el video adjunto.

Comenta que su tía motivaba a quienes la conocían a involucrarse en las labores comunales, un hecho que hoy inspira su trabajo en su pueblo, La Lucha, y que lo llevó a ganarse el título de Agricultor del Año durante la administración de Miguel Ángel Rodríguez.

Lo que más lo inspira, sin embargo, es la humildad de su tía. Según cuenta, Bernarda nunca se sintió más importante que sus vecinos por haber presenciado un hecho histórico. Es más, él explica que a ella no le gustaba cuando se lo señalaban como un logro personal, porque su humildad siempre trascendía más allá del renombre que, sin saberlo, asumió el 30 de julio de 1950.

Encuentre más detalles en el video adjunto.

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