POR Juan Carlos Agüero | 5 de abril de 2014, 5:47 AM

Terminó el mundial femenino sub 17 en nuestro país, más allá del récord en recaudación de taquillas o el título invicto de Japón el mismo deberá ser recordado como el punto de partida para una reestructuración organizacional de nuestro fútbol.

El mundial le debe dejar a Costa Rica grandes enseñanzas en cuanto a organización y planificación de eventos, al igual que lo dicta la FIFA, la puntualidad, orden y responsabilidad deben permanecer con nosotros.

Costa Rica quedó eliminada en primera ronda pero puede sentirse como una campeona mundial, lo que nuestro país ganó va más allá de una Copa o una medalla de oro.

Mejor infraestructura  

La inversión de FIFA nos dejó un estadio de primer mundo como el Edgardo Baltodano de Liberia, mejoras en el Ricardo Saprissa y Morera Soto, reductos que deberán recibir mantenimiento diario  y no caer en el abandono en el que se encontraban antes del magno evento deportivo.

Dinero fresco

La Federación Costarricense de Fútbol contará con un renovado capital tras las ganancias en taquilla del torneo, con un promedio de 8.885 aficionados por encuentro el mundial resultó ser un imán para la afición tica.

Respeto al fútbol femenino

El fútbol femenino ha carecido históricamente de apoyo en Costa Rica pero tras la Copa del Mundo esto podría cambiar. Los aficionados se compenetraron con las jugadoras al mismo tiempo que iban conociendo sus historias de sacrificio y esfuerzo.

Quizá ahora más niñas quieran unirse a los equipos y recibir el apoyo por parte de sus padres de familia, más equipos inviertan en equipos femeninos y logremos alcanzar la profesionalización de esta disciplina a nivel de liga.

Récords y respeto

284.320 fue la cifra total de espectadores que asistieron a los partidos de Costa Rica 2014, números que superaron la marca anterior, establecida en Azerbaiyán 2012.

Esto más allá de quedar en los libros de récords le permitirá a Costa Rica tener una buena impresión ante FIFA para el próximo objetivo trazado: organizar un mundial sub 20 masculino.

El mundial femenino fue todo un éxito pero no debe pasar desapercibido, el evento tiene que servir como un punto de partida para el país, crecer en todos los aspectos.