POR AFP Agencia | 28 de diciembre de 2016, 7:17 AM

Venezuela cerrará 2016 como el segundo país más inseguro del planeta tras El Salvador, al registrar una tasa de muertes violentas diez veces mayor al promedio mundial, según un informe presentado este miércoles por una ONG.

El país petrolero culminará el año con 28.479 muertes violentas, con una tasa de 91,8 por cada 100.000 habitantes, señaló el estudio anual del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV). El promedio mundial es de 8,9 por cada 100.000.

"2016 ha sido particularmente violento", alertó en rueda de prensa Roberto Briceño León, director del OVV, sosteniendo que solamente El Salvador tiene mayores niveles de asesinatos, con 103 por cada 100.000 habitantes.

Del total de muertes, 18.230 califican como homicidios, mientras que 5.281 se produjeron en enfrentamientos entre grupos delictivos y cuerpos de seguridad y 4.968 están en proceso de investigación.

De acuerdo con estimaciones de la ONG, el número de muertes violentas en Venezuela continúa incrementándose. Contabilizó 27.875 en 2015 (90 por cada 100.000 habitantes) y 24.980 en 2014 (82 por cada 100.000 habitantes).

Aún no han sido difundidas cifras oficiales de 2016, pero la Fiscalía reportó 17.778 homicidios en 2015 (58,1 por cada 100.000 habitantes).

El OVV, que también reporta un incremento en el linchamiento de presuntos delincuentes por parte de pobladores, indica que sufren los peores índices criminales tres estados centrales: Aragua (142 muertes violentas por cada 100.000 habitantes), Miranda (140) y Distrito Capital (138).

Caracas -adscrita a Miranda y Distrito Capital- es la urbe más violenta del mundo según el OVV, con 15 veces más homicidios que Ciudad de México.

La ONG alerta sobre la impunidad como una de las causas. "Por cada 100 homicidios en el país solo hay entre ocho y nueve detenciones", sostiene Briceño León.

La ONG es crítica de las llamadas Operaciones de Liberación del Pueblo (OLP), operaciones especiales contra la criminalidad lanzadas por la Fuerza Armada y la policía en 2015. Briceño León las definió como "una acción de guerra" contra la ciudadanía, al denunciar violaciones a los derechos humanos.

En noviembre, la controversia se reactivó con el hallazgo de los cadáveres de 13 campesinos que habían sido detenidos durante una OLP en la localidad de Barlovento (Miranda). Fueron detenidos 18 militares.