POR AFP Agencia | 3 de enero de 2014, 6:33 AM

NUEVA YORK, 3 enero 2014 (AFP) - Una ola de frío glacial cubría el viernes el noreste de Estados Unidos, desde Nueva York hasta Chicago, tras la primera tormenta de invierno del año que dejó al menos tres muertos, más de medio metro de nieve en algunas zonas y provocó la anulación de 4.500 vuelos en dos días.

En la Gran Manzana cayeron unos 15 centímetros de nieve en Central Park, aunque el sol y el cielo azul aparecieron poco antes del mediodía y la temperatura era de -7 grados Celsius, con un pronóstico de sensación térmica de hasta -23°C por la noche.

El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, informó el viernes sobre dos muertes en su territorio, que estarían vinculadas con la tormenta, llamada "Hércules" y por la cual declaró el estado de emergencia.

Una de las víctimas es una mujer de 71 años que sufría Alzheimer y se congeló cuando deambulaba fuera de su casa, indicó a medios locales la policía del condado de Genesee (noroeste de Nueva York).

En Filadelfia (Pensilvania, este), un trabajador murió aplastado por una pila de 30 metros de sal preparada para rociar carreteras, según la prensa local.

La tormenta, que comenzó el jueves en los estados del sur de Nueva Inglaterra (Massachusetts, Connecticut, Rhode Island), provocó la cancelación de unos 4.500 vuelos en dos días en Estados Unidos, de los cuales 1.500 en los tres aeropuertos de Nueva York (JFK, Newark y LaGuardia), según el sistema de seguimiento de viajes aéreos FlightAware.

JFK tuvo que suspender sus actividades durante varias horas el viernes por la mañana "a causa de una visibilidad cero y chubascos de nieve en las pistas", aunque reabrió de manera parcial hacia las 10H00 (15H00 GMT), indicó la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey.

Las escuelas y tribunales de la Gran Manzana estaban cerrados. La ONU, cuya sede central se encuentra en Manhattan, suspendió sus actividades.

En cambio, los transportes públicos terrestres funcionaban en general bien, a pesar de algunos retrasos y perturbaciones.

El alerta de fuertes tormentas de nieve dado por el Servicio Meteorológico Nacional (NWS, según sus siglas en inglés) abarcaba una extensa área del país, desde Chicago hasta Nueva York, casi toda Nueva Inglaterra, e incluso la capital Washington.

Tras el paso de la tormenta de nieve, era la ola de frío polar lo que inquietaba a las autoridades, que pidieron a los residentes permanecer en sus hogares para que se puedan realizar las tareas de acondicionamiento urbano.

Más de 60 cm de nieve al norte de Boston

El flamante alcalde de Nueva York Bill de Blasio, quien el viernes por la mañana fue filmado tratando de limpiar la nieve con una pala frente a su pequeña casa en Brooklyn, recomendó a los neoyorquinos que se queden en sus casas.

"La tormenta ha sido y sigue siendo peligrosa. Va a ser un día muy frío hoy y los neoyorquinos deben ser extremadamente cautelosos si salen", dijo.

"Lo mejor que pueden hacer es no usar las carreteras, para que podamos despejarlas lo más rápido posible, y para asegurar el acceso a vecinos de edad avanzada y vulnerables que puedan necesitar ayuda", agregó.

Más de 1.700 camiones barrenieves fueron movilizados, indicó de su lado el comisionado de limpieza púbica y recolección de residuos, John Doherty.

Según el NWS, Bedford Park, en Bronx (norte), era el lugar de Nueva York con mayor nieve caída en las últimas horas: unos 30 cm.

Sin embargo el récord para el noreste del país se registraba en Massachusetts, en el pueblo de Boxford, al norte de Boston, con más de 60 cm, de acuerdo a Weather Channel.

En Boston, donde las escuelas y las oficinas estatales estaban cerradas, cayeron 35 cm de nieve y la temperatura era de -12 Celsius al mediodía.

El gobernador de Massachusetts, Deval Patrick, pidió al sector privado suspender sus actividades para facilitar los trabajos de limpieza.

Lo mismo hizo su homólogo de Connecticut, Dannel Malloy, quien anunció temperaturas de hasta -26º.

Como en Nueva York, el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, declaró el estado de emergencia, instando a la población a usar el transporte público y evitar las carreteras.