POR AFP Agencia | 6 de mayo de 2013, 15:46 PM

(EFE).- La auditoría de los comicios venezolanos sobre las mesas que no fueron revisadas el pasado 14 de abril día de las elecciones, se inició hoy sin que por el momento se observen "inconsistencias", según fuentes oficialistas presentes en el proceso.

"La ampliación de la auditoría de verificación ciudadana al 46 % de las mesas de votación se realiza sin inconsistencias", informó a la estatal Agencia Venezolana de Noticias (AVN) uno de los técnicos participantes en el proceso por el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), José Villarroel.

Villarroel indicó a AVN, que en las primeras 150 cajas de resguardo revisadas la mañana de este lunes no se vio inconsistencia alguna y "no ha faltado ningún comprobante de voto".

En la actividad participan 60 auditores del Consejo Nacional Electoral (CNE), 21 auditores externos, 15 técnicos del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y otros seis de otros partidos, con excepción de la alianza opositora a la que pertenece el excandidato presidencial Henrique Capriles.

En total se prevé revisar 10.500 cajas de resguardo en un lapso de 30 días.
La auditoría se realiza por orden del CNE a petición de la oposición venezolana que no ha aceptado los resultados electorales que dieron ganador al oficialista Nicolás Maduro que obtuvo la victoria por escasos 225.000 votos, 1,5 puntos.

Sin embargo, el líder de la oposición y excandidato a la Presidencia rechazó el proceso de auditoría al confirmar que el proceso no incluiría la revisión de los cuadernos electorales donde figuran las huellas y firmas de los votantes y donde, insiste, se evidencian las irregularidades.

Capriles decidió impugnar las elecciones ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) el jueves pasado y anunció que mañana introducirá un nuevo documento con nuevas pruebas de irregularidades ante el mismo organismo.

El pasado 29 de abril tuvo lugar la primera reunión técnica del proceso de revisión de votos, que no contó con representación opositora.

El Gobierno venezolano responsabiliza a Capriles de hechos de violencia que se generaron tras protestas luego de la proclamación de Maduro como ganador y le acusa de golpismo.