Internacional
¿Qué pasará ahora con la marca Volkswagen “made in Alemania”?
El escándalo de Volkswagen (VW) en Estados Unidos dejó al constructor germano expuesto a asumir culpas y cuidar su mercado jaqueado por una cascada de acciones judiciales.
El escándalo de Volkswagen (VW) en Estados Unidos dejó al constructor germano expuesto a asumir culpas y cuidar su mercado jaqueado por una cascada de acciones judiciales.
El departamento de Justicia de Estados Unidos abrió una investigación penal contra VW que admitió haber equipado algunos autos con un mecanismo para falsear la cantidad de gases contaminantes que emiten, dijo a la AFP una fuente cercana al caso.
"Aún es muy temprano para especular sobre esta investigación", dijo a la AFP el exprocurador general Jacob Frenkel, quien estimó que Washington será muy minucioso a la hora de examinar cómo se manejará la empresa ante el problema.
"El daño a la reputación no podrá ser evitado aun cuando no haya demandas penales", dijo.
- Una multa pesada -
La multa podría ser superior, estiman, a la de 1.200 millones de dólares aplicada a Toyota en 2014 por problemas en la aceleración de sus vehículos, o la de 900 millones de dólares que recibió General Motors por fallas en el encendido vinculadas a la muerte de 124 personas.
Para Frenkel, el caso de VW es muy singular: a la inversa de Toyota y de General Motors, a los que Washington cuestionó por no haber respondido rápidamente, Volkswagen ya admitió estar "totalmente embarrado", remarcó.
La empresa está también siendo investigada por la agencia estadounidense de protección al ambiente (EPA) y ya reservó 6.500 millones de euros para afrontar las consecuencias.
El calvario de VW no para ahí. Legisladores estadounidenses ya han dicho que quieren interrogar a ejecutivos de la compañía. Las audiencias en el Congreso suelen ser escenario de humillaciones públicas para los empresarios.
VW deberá enfrentar también la cólera de quienes compraron esos autos persuadidos de que emitían entre 10 y 40 veces menos gases tóxicos como decía la empresa al promoverlos.
- Publicidad engañosa -
El gabinete de abogados Hagens Berman anunció que ya presentó una demanda colectiva en más de veinte estados en la que acusa a Volkswagen de fraude y publicidad engañosa.
Con este escándalo, Volkswagen, que ya tiene en Estados Unidos la reputación de fabricar autos caros, ve también hundirse su intento por reimplantar el uso del diésel en el país.
- Mensajes de tranquilidad en Alemania -
El ministro de Economía, Sigmar Gabriel, aseguró que los productos alemanes seguían siendo fiables. Y la canciller Angela Merkel exigió una investigación "con transparencia total", que arroje luz sobre lo ocurrido "lo antes posible".
El escándalo estalla además en un mal momento para la diplomacia germana.
Merkel tiene previsto abogar la semana próxima ante la Asamblea General de la ONU en Nueva York por un compromiso mayor de la comunidad internacional en la lucha contra el cambio climático, que en diciembre será el tema de una conferencia crucial en París.
Ahora "los demás países podrán sonreír (...). Si la mayor empresa alemana hace trampas ¿qué vale la palabra de la canciller?", se pregunta Dudenhöffer.
Los fabricantes de coches alemanes habían por su lado desarrollado una retórica sobre los "diésel limpios", y son precisamente esos motores los que se hallan en el centro del escándalo.
El ministro de Transportes Alexander Dobrindt recalcó que no existía "ningún indicio" de que otros fabricantes alemanes hubiesen trucado sus motores.
Un mensaje que también transmiten los empresarios.
La polémica "afecta actualmente a una sola empresa y suponer que concierne a todo un sector industrial o a toda la industria alemana es pura especulación", subraya la federación industrial alemana FDI.