POR AFP Agencia | 3 de enero de 2014, 5:15 AM

(AFP)  El presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, trata este viernes con el embajador de España y encargado de negocios de Italia el conflicto con empresas de esos países que amenazan con suspender la ampliación del Canal si no les pagan 1.600 millones de dólares de sobrecostos.

En el el encuentro, en la sede de la Presidencia, participan el embajador Jesús Silva (España) y el encargado de Negocios de Italia, Massimo Tudini, en representación del embajador Giancarlo Cursio, cuya presencia había sido anunciada inicialmente por voceros gubernamentales.

Además de Martinelli, Silva y Tudini asisten los ministros panameños Roberto Henríquez (Presidencia) y Fernando Ñuñez (Relaciones Exteriores), constató un periodista de la AFP.

"El presidente se reúne con los embajadores para explicarles su preocupación" por la crisis que estalló esta semana con el Grupo Unidos por el Canal (GUPC) -liderado por la constructora española Sacyr- afirmó Luis Camacho, vocero de la Presidencia de Panamá.

En Madrid, la ministra española de Fomento, Ana Pastor, afirmó este viernes que el ejecutivo español mantiene conversaciones con Panamá y con la empresa Sacyr, para encontrar "la mejor solución" al problema.

El GUPC denunció supuestos incumplimientos del contrato en relación con sobrecostos que estimó en 1.600 millones de dólares y, en una carta enviada el 30 de diciembre a la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), dio 21 días para resolver los pagos o de lo contrario, dijo, suspendería la construcción de la obra.

El gobierno de Panamá rechazó "categóricamente" las amenazas y Martinelli anunció el jueves que viajará a España y a Italia para exigir al consorcio, integrado también por la firma italiana Impreglio, la belga Jan de Nul y la panameña Constructora Urbana, que cumpla con su responsibilidad de terminar las obras.

"Panamá es un país amigo y cercano a España, con el que compartimos el deseo y el interés de que se encuentre una solución a la mayor brevedad posible", aseguró por su parte el ministerio español de Asuntos Exteriores, quien también afirmó trabajar "para llegar a un acuerdo que ponga fin a este desequilibrio comercial".

Los trabajos, que cuestan 5.200 millones dólares, 3.200 de ellos para GUPC, comenzaron en 2009 y estaba previsto que terminaran este año en el que la vía cumple 100 años. Sin embargo, llevan un retraso de nueve meses.

La ampliación, cuyo avance es del 70%, se realiza para que puedan cruzar la vía buques de más de 12.000 contenedores --que representan 30% de la oferta de flete mundial-- con el triple de capacidad de los actuales.