Internacional
Policía y su familia abandonaron su casa tras amenazas de muerte de pandilleros
El hecho ocurrió en una localidad de El Salvador. Los oficiales que se quedan deben pagar entre $25 y $40 al mes a modo de "peaje".
Un niño de 12 años llegó a la puerta de la casa de un agente policial en Santa Ana, El Salvador.
No llegó jugar ni a pedir un favor. Llegó un claro mensaje: si en 48 horas él y su familia no abandonaban la casa, los mareros lo matarían.
El pequeño dio media vuelta y se marchó. Y consigo dejó una estela de angustia y zozobra, aunque eso desencadenó en una decisión que no tenía marcha atrás: abandonar la casa cuanto antes, informó El Diario de Hoy en su edición de este martes.
El oficial dejó su casa con un sinsabor, porque había elevado lo ocurrido a sus superiores y no recibió respaldo.
El agente no quiso terminar como el oficial Rigoberto Antonio Alcántara, quien fue asesinado el pasado 11 de octubre.
Alcántara huyó de una localidad y se fue a otra por amenazas de los pandilleros. Luego, donde estaba fue amenazado y huyó a otro poblado. Y se fue a un tercer pueblo, donde los mareros lo asesinaron.
Este agente también pidió apoyo de sus superiores pero no tuvo ayuda.
Y los oficiales que deciden quedarse a vivir en sus casas y en zonas donde hay presencia de mareros son obligados a pagar un peaje de entre $25 y $40 al mes.
Foto de El Diario de Hoy