POR Agencia EFE | 10 de septiembre de 2013, 3:03 AM

Santiago de Chile, 10 sep (EFE).- A 40 años del golpe de Estado y a 7 de su muerte, la figura de Agusto Pinochet gana detractores en Chile, y el desacuerdo se profundiza entre aquellos que lo definen como el salvador de la patria y quienes lo repudian como dictador.

Según la última encuesta del Centro de Estudios de la Realidad Contemporánea, un 76 % de los consultados ubica a Pinochet en la categoría de "dictador", frente un 9 % que lo cataloga como un "buen gobernante".

La cifra de quienes califican a Pinochet como dictador creció diez puntos porcentuales con respecto a la medición realizada en 2006, y se concentran en las edades de entre 26 y 40 años.

En esa misma línea, los jóvenes de entre 18 y 25 años mantienen la tendencia, pese a que elevan el porcentaje de quienes no saben o no responden a la pregunta.

Con esta apreciación coincide el exlíder estudiantil y hoy candidato a diputado Giorgio Jackson, para quien los jóvenes "asumen que Pinochet es un villano en la historia de Chile y cada vez hay menos matices, pero también hay un gran sector que prefiere no meterse en política", según dijo a Efe.

En el último tiempo se han multiplicado las peticiones de perdón por el papel durante la dictadura, desde la Asociación de Magistrados de Chile y la Corte Suprema, hasta diversas personalidades política, incluido el presidente Sebastián Piñera.

"Pudimos haber hecho más", dijo el lunes el mandatario en un acto oficial con motivo del 40 aniversario del golpe.

"No podemos permitir que las viejas generaciones traspasen a las nuevas generaciones sus divisiones, sus odios y sus enfrentamientos", enfatizó.

También la candidata de la derecha a la presidencia, Evelyn Matthei, señaló a través de su cuenta de Twitter: "debemos inculcar a nuestros hijos y nietos el coraje de denunciar siempre a tiempo lo que es inaceptable", aludiendo al uso de la violencia para alcanzar el poder y las violaciones de los derechos humanos.

En el lado opuesto, el diputado Ivan Moreira, miembro insigne de la derechista Unión Demócrata Independiente (UDI), dijo a la televisión pública que "Pinochet salvó la vida de toda una generación".

Por otra parte, el vicepresidente de la Fundación Presidente Pinochet, el general retirado Guillermo Garín, aseguró a la revista "Qué Pasa" que sólo cuando pase "a mejor vida" la generación que participó en los gobiernos de Allende y Pinochet, Chile dejará atrás el 11 de septiembre de 1973, la fecha del golpe.

Sin embargo, el ex secretario ejecutivo de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH) Juan Pedro Lührs, simpatizante de la UDI, comentó que los jóvenes de centro derecha también se quieren desligar de él.

"En ese sentido, Pinochet le hizo mucho daño a la centro derecha", aseguró.

"Pinochet cooptó un pensamiento que promueve las libertades individuales, que promueve las libertades económicas, pero lo tiñó con una dictadura; por eso, el traspaso generacional ha sido muy difícil sacárselo", añadió Lührs.

El expresidente de la FECH y actual candidato a diputado por Magallanes Gabriel Boric opinó que "la herencia de Pinochet fue un legado de muerte y violencia, pero también de privatización de los derechos de los estudiantes".

El actual presidente de la FECH, Andrés Fielbaum, en conversación con Efe, calificó a Pinochet como "un asesino, un torturador y el principal responsable de terribles crímenes a los derechos humanos".

El líder estudiantil ve en el dictador al principal responsable del problema que hoy día más preocupan a las nuevas generaciones de chilenos: la educación.

"Y va a caer, y va a caer, la educación de Pinochet". Todos los que han asistido alguna vez a una marcha estudiantil han coreado ese lema con convicción, es el grito más repetido por los jóvenes hoy día en Chile", asegura.