POR AFP Agencia | 15 de noviembre de 2023, 9:46 AM

El ejército israelí entró el miércoles en el hospital Al Shifa, el mayor de la Franja de Gaza, con el objetivo de tomar el centro de mando de Hamás que aseguran que está instalado bajo sus edificios, donde están refugiados miles de palestinos.

El inmenso centro hospitalario de la ciudad de Gaza se encuentra desde hace días en el centro de los combates entre los milicianos del movimiento islamista y las tropas de Israel, que juró "aniquilar" a Hamás en respuesta al ataque que lanzó el 7 de octubre.

El responsable de asuntos humanitarios de la ONU pidió este miércoles el cese de "la carnicería" en el territorio palestino, que "alcanza nuevos niveles de horror todos los días".

El conflicto en Gaza es "una guerra contra la existencia de los palestinos", declaró el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás.

El miércoles temprano, decenas de soldados israelíes irrumpieron en el hospital Al Shifa, pidiendo que "todos los hombres de 16 años en adelante" saliesen "manos arriba (...) hacia el patio interior para rendirse", según un periodista colaborador de AFP.

Los soldados interrogaron a gente en el hospital, cachearon a mujeres y niños llorando y fueron de habitación en habitación, disparando al aire, en busca de combatientes de Hamás. Los tanques israelíes, que rodeaban desde hace días el complejo, entraron y se apostaron delante de varios servicios.

Israel anunció que realiza "una operación selectiva y de precisión contra Hamás en un sector específico del hospital Al Shifa".

El ejército dijo haber enviado equipos médicos que hablan árabe a Al Shifa para que "los civiles utilizados por Hamás como escudos humanos no sufran ningún daño".

El viceministro de la Salud de Hamás Yusef Abu Rish pidió desde el hospital que la ONU y la comunidad internacional intervengan "inmediatamente" para poner fin a la operación.

El Comité Internacional de la Cruz Roja indicó en un comunicado que "está extremadamente preocupado", recordando que "los civiles deben estar protegidos en todo momento".

Según la ONU, unas 2.300 personas se encuentran en el hospital Al Shifa, sin agua ni electricidad por la falta de combustible para alimentar los generadores.

El 7 de octubre, Hamás lanzó un ataque sorpresa en el sur de Israel en el que murieron unas 1.200 personas y otras 240 fueron secuestradas, según las autoridades israelíes.

En respuesta, Israel ha bombardeado a diario la Franja de Gaza. Más de 11.300 palestinos han muerto en esos ataques, incluidos más de 4.600 niños, según el ministerio de Salud de Hamás.

"Barbarie autorizada por el silencio"

El martes de noche el ejército israelí dijo que hizo "saber a las autoridades competentes de Gaza que todas las actividades militares en el hospital debían terminar en 12 horas", pero que "este no fue el caso desgraciadamente".

La Casa Blanca aseguró el martes que Hamás y su aliado Yihad Islámica, ambos considerados como "terroristas" por Estados Unidos, la Unión Europea e Israel, "operan un núcleo de comando y control desde Al Shifa", aunque reiteró que "hospitales y pacientes deben ser protegidos".

Hamás niega todas las acusaciones, y aseguró que las afirmaciones estadounidenses daban "luz verde" a Israel "para cometer nuevas masacres".

El director de Al Shifa, el doctor Mohammed Abu Salmiya, anunció el martes que al menos "179 cadáveres" fueron enterrados en una fosa común.

Para Jordania, la incursión israelí "ilustra la barbarie autorizada por el silencio del Consejo de Seguridad de la ONU".

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Por medio de altavoces, y en árabe, los agentes del ejército de Israel ordenan a los hombres mayores de 16 años salir del edificio hacia el patio interior.

"No salvará más vidas" 

La Franja de Gaza sufre desde el 9 de octubre el asedio de Israel, llevando a su población a sobrevivir en condiciones humanitarias desastrosas, sin suministros básicos.

Según la ONU, unos 200.000 palestinos huyeron del norte del territorio desde el 5 de noviembre, tras la apertura por Israel de "corredores" de evacuación. La organización asegura que 1,65 de los 2,4 millones de habitantes de la Franja están desplazados.

El miércoles, Israel permitió la entrada de unos 23.000 litros de combustible en el territorio palestino, bajo condición de que solo sirva "para el transporte de ayuda", indicó la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA).

Esto "no salvará más vidas", consideró el director de la agencia, Philippe Lazzarini, en la red social X (antes Twitter).

La empresa palestina de telecomunicación Paltel, anunció que sus servicios quedarán suspendidos "en unas horas" por la falta de combustible.

En el centro de la Franja de Gaza, un nuevo ataque tuvo como blanco el miércoles un edificio en Deir al Balah. "Solo encontramos restos de mujeres y niños", contó un habitante de la ciudad, Awni al Duggi.

En Israel, la presión para que el gobierno consiga la liberación de los rehenes aumenta.

El Foro de las Familias de Rehenes y Desaparecidos exigió el martes "un acuerdo para traer de vuelta a los rehenes de Gaza".​