Internacional
Obama evalúa la iniciativa de Rusia para evitar ataque a Siria
La Casa Blanca teme que el plan sea una distracción para ganar tiempo cuando los buques estadounidenses están listos para lanzar misiles contra objetivos sirios.
WASHINGTON, 10 septiembre 2013 (AFP) - Tras una ofensiva diplomática en busca de apoyo para atacar Siria, el presidente estadounidense Barack Obama evalúa el repentino llamado de Moscú para que Damasco ponga bajo control internacional su arsenal de armas químicas.
La Casa Blanca teme que el plan sea una distracción para ganar tiempo cuando los buques estadounidenses están listos para lanzar misiles contra objetivos sirios.
Además, hay sospechas sobre las motivaciones rusas, pues Moscú y Washington han tensado sus relaciones a puntos casi de la Guerra Fría.
Pero la velocidad con la que Obama dio crédito a la propuesta da una idea de su aislamiento, en momentos en que disminuye el apoyo en el Congreso estadounidense a una acción militar.
La Unión Europea (UE) también analiza "con interés" la propuesta rusa, pero quiere asegurarse de que sea una iniciativa "seria", indicó un portavoz el martes.
"Estudiamos la propuesta con interés. Toda propuesta que pueda reducir la violencia en Siria es bienvenida y estamos dispuestos a ayudar en lo que sea", declaró Michael Mann, portavoz de la jefa de la diplomacia europea Catherine Ashton.
La idea de Rusia, saludada por la ONU y varios países -Siria incluida-, llevó a postergar la votación prevista para el miércoles en el Senado estadounidense sobre el plan de Obama de realizar ataques "limitados" en Siria.
La iniciativa de Rusia tuvo repercusiones inmediatas en la tensa y dividida Washington. No obstante, un eventual acuerdo para instrumentar la propuesta estaría plagado de obstáculos, así como su implementación y verificación.
En entrevistas en las cadenas de televisión el lunes, Obama dijo que la propuesta rusa era "potencialmente positiva".
"Si podemos agotar los esfuerzos diplomáticos y alcanzar una fórmula que dé a la comunidad internacional un mecanismo verificable y aplicable para lidiar con esas armas químicas en Siria, entonces estoy en favor de ello", añadió.
Obama, que se dirigirá este martes a la nación en horario central, tenía previsto usar ese espacio para convencer a los estadounidenses escépticos de su plan de un ataque militar "limitado" a Siria, en represalia por el presunto ataque con armas químicas por el régimen de Damasco el pasado 21 de agosto, que según Washington dejó más de 1.400 muertos.
Pero la idea de una nueva intervención militar estadounidense en el caldero de Medio Oriente es muy difícil de vender a una ciudadanía cansada de guerras, y para muchos de sus representantes en el Capitolio, que consideran al plan de la Casa Blanca confuso.
Ahora, cuando Obama se disponga a pronunciar su discurso a la 01H00 GMT desde la Casa Blanca, al menos podrá dar rumbo a una política que parecía no tenerla.
El nuevo giro de la Casa Blanca
El nuevo giro de la Casa Blanca es que el solitario llamado de Obama a una acción militar fue el catalizador de la propuesta rusa.
Así lo dio a entender el propio Obama en sus entrevistas del lunes. Sin la "creíble amenaza militar" de Estados Unidos contra Siria, "difícilmente habríamos llegado a este punto, en que hay declaraciones públicas como ésta", dijo en alusión a la propuesta de Moscú.
Las esperanzas de una salida surgieron en momentos en que más legisladores, incluyendo muchos del oficialista Partido Demócrata, se muestran contrarios a una acción militar.
La semana pasada, la Casa Blanca parecía confiada en que el Senado, donde los demócratas tienen mayoría, se alinearía detrás del presidente. Pero la Cámara alta parece haberse contagiado de la fuerte postura antimilitar exhibida por la Cámara de Representantes.
El senador Harry Reid, jefe de la mayoría oficialista, dijo que la primera votación en la Cámara alta había sido postergada, pocas horas después de haber anunciado que sería el miércoles.
"Yo no creo que precisemos" votar rápidamente, dijo Reid. "Pienso que debemos dar al presidente la oportunidad de hablar a los 100 senadores y a los 300 millones de estadounidenses" antes de votar, añadió.
La Cámara de Representantes no ha dado fechas precisas y se limitó a estimar que la votación tendrá lugar en las próximas dos semanas.
Un sondeo nacional mostró que seis de cada 10 estadounidenses se oponen a que el Congreso autorice el ataque, y siete de cada diez piensan que no se conseguiría nada significativo.
Sobre la alocución de Obama, el profesor Thomas Baldino, experto en Presidencia de la Wilkes University, dijo que las palabras de un mandatario en estos casos rara vez son decisivas.
"A lo largo de mi vida, no puedo señalar un solo discurso presidencial que haya hecho cambiar sustancialmente la opinión pública", dijo.
"Ha habido discursos que han sido edificantes, pero una vez que la opinión pública toma una postura, es realmente difícil cambiar esa tendencia", agregó.