Internacional
Combustible entra en Franja de Gaza tras dos días sin ayuda humanitaria
Unos 17.000 litros de carburante entraron por el paso de Rafah al asediado enclave, gobernado por el movimiento islamista Hamás desde 2007.
La marcha de miles de personas que piden la liberación de los rehenes retenidos en Gaza por el movimiento islamista Hamás llegó a Jerusalén este sábado, después de varios días de recorrido.
"Tráiganlos a casa ahora", clamaron, como durante varias semanas, varios miles de manifestantes, liderados por los familiares de los rehenes, que debían concentrarse más tarde delante de la oficina del primer ministro, Benjamin Netanyahu.
La multitud, que salió el martes de Tel Aviv, a unos sesenta kilómetros de distancia, llegó a Jerusalén por la tarde enarbolando banderas israelíes y retratos de los rehenes, indicaron periodistas de AFP en el lugar.
Las familias, que acusan al gobierno de no facilitarles información sobre sus gestiones para lograr la liberación de los rehenes, se reunirán tras la manifestación con dos miembros del gabinete de guerra, Benny Gantz y Gadi Eizenkot.
La reunión tendrá lugar en Tel Aviv, en la sede del Foro de Familias de Rehenes y Desaparecidos, la organización creada para brindar asistencia a los familiares de los aproximadamente 240 rehenes identificados por las autoridades israelíes.
Varias fuentes han informado de negociaciones en curso, con mediación de Catar, para intentar liberar a los rehenes retenidos en la Franja de Gaza a cambio de una tregua en los combates.
El gobierno israelí ha rechazado sin embargo hasta ahora cualquier llamado a un alto el fuego en el conflicto con Hamás, que considera un grupo terrorista, igual que Estados Unidos y la Unión Europea.
Los rehenes fueron secuestrados el 7 de octubre, cuando combatientes del movimiento islamista palestino Hamás llevaron a cabo un ataque en suelo israelí que dejó 1.200 muertos, mayoritariamente civiles, según las autoridades israelíes.
En respuesta, Israel emprendió una campaña de bombardeos en la Franja de Gaza, acompañada de una operación terrestre, que ha causado ya 12.000 muertos, según el último balance del Ministerio de Salud gobernado por Hamás. Entre los fallecidos, habría 5.000 niños y 3.300 mujeres.