POR Teletica.com Redacción | 24 de abril de 2018, 10:55 AM

El gobierno de Daniel Ortega liberó este martes a decenas de jóvenes detenidos y levantó el bloqueo a un canal censurado, en un intento de contener la peor crisis en sus más de once años de mandato que dejó 27 muertos en menos de una semana.

“Yo vi cómo saquearon todo de la UNI los de la Juventud Sandinista, no me voy a quedar callado, ahora menos. 

"Ya aguanté lo que tenía que aguantar cuando nos metieron. Fueron tres horas de tortura, golpes, patadas, ellos (los policías) hicieron filas para patearnos” relató al diario La Prensa uno de los jóvenes liberados de la prisión de La Modelo en Managua.

A pesar de las agresiones que sufrieron en esas celdas, los estudiantes aseguraron que no van a cesar su lucha en las calles contra el gobierno, agregó el rotativo.

El gobierno estadounidense endureció su tono y condenó el uso de "la represión" en las manifestaciones y la censura a los medios. 

"La administración (de Donald Trump) se une a la comunidad internacional en llamados a un diálogo amplio y apoyo para el pueblo de Nicaragua", agregó el mensaje de la Casa Blanca.

El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, en Ginebra, instó "a las autoridades nicaragüenses a asegurar que haya investigaciones prontas, profundas, independientes y transparentes de estas muertes", muchas de la cuales pudieron haber sido "ilegales".

Las autoridades liberaron a decenas de manifestantes que habían sido detenidos desde que estallaron las violentas protestas contra la reforma al sistema de pensiones el miércoles pasado, según informaron fuentes de derechos humanos. 

El presidente revocó el domingo el decreto, pero la mecha ya se había encendido y las protestas ya están dirigidas contra el gobierno de Ortega, a quien responsabilizan de querer perpetuarse en el poder, con el control del Congreso, la Justicia y el tribunal electoral.

"Se han convertido en una ola de protestas a nivel nacional contra la represión, la censura a los medios de comunicación, la reducción de las libertades civiles y políticas, y contra el abuso de fuerza por parte de las autoridades", opinó Juan Felipe Celia, director adjunto del Centro para América Latina del Atlantic Council, un foro de reflexión independiente con sede en Washington. 

"Señal de normalidad"

La vicepresidenta Rosario Murillo, esposa de Ortega, buscó apaciguar los ánimos y aseguró que el país comienza a recuperar la normalidad.

"La disposición de los trabajadores de acudir a sus centros de trabajo, la actividad económica en mercados y centros donde se produce y se comercia, todo esto es una señal de normalidad, de tranquilidad", declaró a medios oficiales.

El canal privado 100% Noticias volvió a transmitir por su señal de cable, tras ser bloqueado por las autoridades al inicio de las manifestaciones cuando transmitía las protestas en vivo.

Cuatro canales fueron bloqueados en ese momento, tres de los cuales recuperaron la señal en menos de 24 horas.

"¡Qué se vayan, qué se vayan!" Ortega y Murillo, corearon el lunes por la noche decenas miles de personas durante una marcha "por la paz y el diálogo".

Los manifestantes se apoyaron en las redes sociales para convocarse, denunciar y colgar videos con heridos o muertos.

"Daniel y Somoza son la misma cosa", se leía en una pancarta en la marcha que congregó a estudiantes, trabajadores y empresarios. El régimen de Anastasio Somoza, cuya familia gobernó con mano de hierro en Nicaragua, fue derrocado por la revolución sandinista en 1979.

"Llamado a la paz"

La Asamblea Nacional (Congreso) aprobó por unanimidad un "llamado al diálogo y la paz", dijo el diputado oficialista Carlos López, mientras activistas exhibían frente a la sede legislativa pancartas de apoyo al diálogo.

Ortega convocó el sábado al sector privado a un diálogo, pero el poderoso Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP) -que había sido su aliado desde 2007 hasta que se desató esta crisis- lo condicionó al cese de la represión, la liberación de los detenidos en las protestas y la inclusión de todos los sectores de la sociedad.

El obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, también declaró que no había "condiciones para ningún diálogo" en tanto hubiera detenidos y señales de TV bloqueadas.