POR Agencia EFE | 11 de enero de 2014, 5:17 AM

(EFE). Papeletas falsas enviadas por correo o votos de difuntos son algunos fraudes electorales contra los que el regulador electoral británico quiere luchar mediante la introducción de un documento de identidad para votar, lo que ha generado polémica en el Reino Unido entre los defensores de la privacidad.

A cuatro meses de las elecciones municipales y europeas, la Comisión Electoral británica avisó esta semana del "alto riesgo" de fraude en 16 circunscripciones de Inglaterra, entre ellas el barrio londinense de Tower Hamlets y las ciudades de Birmingham, Bradford y Peterborough.

Para combatir el fraude a largo plazo, el organismo propone legislar antes de 2019 para introducir la exigencia de identificarse antes de depositar el voto, algo que ahora no se requiere pues basta con estar inscrito en el censo.

La Comisión ha detectado que algunas de las áreas de riesgo presentan una alta concentración de inmigrantes paquistaníes y de Bangladesh, si bien asegura que no quiere "señalar a comunidades concretas" sobre el problema del fraude, que en todo caso no es generalizado.

La exigencia de identificarse antes de votar causa polémica en el Reino Unido, donde no existe un carné de identidad nacional debido a que buena parte de la población considera que atentaría contra su libertad individual.

Un portavoz de la campaña "No2ID" (No al DNI) dijo a Efe que la medida propuesta provocaría "una menor participación electoral y un alto coste".

La Comisión, por su parte, señala que no sería necesario introducir un documento nacional obligatorio, sino que los electores podrían identificarse mostrando sólo su carné de conducir, pasaporte o incluso la tarjeta de transporte.

El organismo, cuyos miembros son elegidos por el Parlamento, urge en todo caso a "tomar las suficientes medidas de control" de cara a la cita electoral del 22 de mayo, cuando se celebran comicios municipales y al Parlamento Europeo.

"Aquellos que votan en la urna electoral son los más vulnerables, por lo que creemos que tendrían que presentar una identificación", ha dicho la presidenta de la Comisión, Jenny Watson.

El Gobierno prepara para mayo cambios en el método de inscripción en el censo electoral de forma que cada adulto lo haga individualmente en lugar de ser, como hasta ahora, el "cabeza de familia" el que pueda inscribir a todos los residentes en su propiedad.

Los detractores de la obligación de presentar un documento personal para votar en unas elecciones alertan de que si esta medida entra en vigor tras someterla a votación parlamentaria, tendría efectos muy negativos para los ciudadanos y su privacidad.

"Convertirá las elecciones en un proceso mucho más burocrático. Endurecer los requisitos de identificación de los votantes llevará a una menor participación electoral", aseguró a Efe Toby James, experto en política británica de la universidad de East Anglia.

James sostiene que no cree que esto sirva para reducir el fraude electoral y apuesta por el voto electrónico, que recientemente ha introducido Estonia, al mismo tiempo que urge a países como España, donde es necesario presentar identificación para votar, a "revisar si tienen el equilibrio adecuado entre la seguridad y la comodidad de los ciudadanos".

En la misma dirección ha condenado esta recomendación la campaña "No2ID" (No al DNI), cuyo portavoz, Guy Herbert, dijo a Efe que la idea es "absurda" y comportará "una mayor dificultad para que los ciudadanos ejerzan su derecho a voto".

Desde el Gobierno británico, se ha asegurado que "se valorarán las recomendaciones" de la Comisión Electoral y "se dará respuesta en su momento".

Por su parte, el viceprimer ministro y líder liberaldemócrata, Nick Clegg, se opone a la iniciativa, con el argumento de que las medidas ya impulsadas para hacer más rigurosa la inscripción en el censo serán suficientes para minimizar el riesgo de fraude.

El estudio "Fraude electoral en el Reino Unido" de la Comisión Electoral también sugiere que los partidos políticos no puedan enviar publicidad a los domicilios particulares de los electores con sobres y papeletas de votación.

La Comisión Electoral sugiere que sus recomendaciones entren en funcionamiento, como máximo, en 2019, aunque cree que se podrían empezar a aplicar en 2015, cuando se prevé que se celebren elecciones generales en el Reino Unido.