Internacional
La migración en México desemboca en "crisis humanitaria" por falta de respuestas
"La mayoría de los mexicanos todavía tiene el concepto de que migración es hablar del mexicano que se va a Estados Unidos", dijo la periodista Lilia Saúl.
México, 4 nov (EFE).- Periodistas, activistas y expertos en migración presentaron este domingo algunos proyectos tecnológicos para ayudar a los indocumentados que cruzan México a hacer frente a la violencia, la corrupción y las violaciones de derechos humanos que padecen.
"La mayoría de los mexicanos todavía tiene el concepto de que migración es hablar del mexicano que se va a Estados Unidos, cuando ya la realidad es que estamos hablando de una crisis humanitaria aquí en México por los migrantes que vienen de Centroamérica y Sudamérica", y que sufren abusos, advierte la periodista Lilia Saúl.
Extorsión, secuestro, homicidio y violaciones, sobre todo a mujeres, son algunos de los casos que encuentra Saúl, organizadora en México del Hackathón America's Datafest, un espacio de experimentación y creación que busca visibilizar este tema.
Durante dos días este evento puso la tecnología al servicio de la migración en once países de América y en España, y en México reunió a periodistas y desarrolladores de programas informáticos como Yosune Chamizo, Iddar Olivares y Prometeo Lucero, que contaron a Efe sus proyectos e investigaciones.
Yosune e Iddar, de 29 y 25 años respectivamente, trabajan en "¿Dónde estás?", un programa que buscar hacer un seguimiento de los migrantes por México para contar con datos oficiales de registros y flujos migratorios y, además, mantener informados a los familiares y amigos sobre su ubicación.
Para que tenga éxito, los 40 o 50 albergues mexicanos que acogen a migrantes deberían realizar un registro específico de cada uno que llega a ellos para que su recorrido apareciese como una línea de puntos en un mapa de forma que sus familiares sepan por dónde han estado.
"Mucha gente que vive en México, que consideramos educada, no tiene idea de que esto está pasando. Y seguramente esto ha causado más muertes que muchas guerras", dice Yosune sobre una "crisis humanitaria permanente" en la que hay "violaciones de derechos humanos todo el tiempo".
"Hay mucha corrupción alrededor", añade Iddar Olivares, apuntando al mismo problema que Ana Ávila, quien critica al Instituto Nacional de Migración (INM) de violar derechos humanos de los migrantes.
Esta profesora del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE) critica las políticas públicas existentes porque parece que los emigrantes en México "son personas sin derechos", y opina que iniciativas como el Hackathón pueden acabar con la "opacidad" en torno a la migración.
El fotoperiodista Prometeo Lucero trabaja en un equipo en llenar un mapa de Centroamérica hasta EE.UU. de historias de migrantes que huyen del desempleo, la violencia, la pobreza o los desastres naturales y cruzan de Guatemala a México tras seis horas en una lancha y diez a pie, en un clima "muy selvático" y húmedo, al cabo de las cuales "llegan devastados".
Acuerdos entre México y Centroamérica sobre cómo manejar el paso de los migrantes, un mejor aprovechamiento de las bases de datos o visas de un mes para que puedan llegar a la frontera de manera legal y segura son algunas de las ideas que aportan estas personas para mejorar las condiciones de la migración, un fenómeno en torno al cual hay pocos pero muy valiosos actos solidarios.
Los entrevistados citan algunos como la labor en los albergues, gracias a los cuales los migrantes sobreviven, y el de "Las Patronas", mujeres de muy bajos recursos que, en el estado de Veracruz, lanzan comida a los que van encaramados al tren en marcha que se dirige a la frontera.
Lilia Saúl pide más responsabilidad del Gobierno, las organizaciones, los medios de comunicación y la sociedad hacia los inmigrantes.
"Si la sociedad exigiera más al Gobierno, se daría cuenta de que no es una situación que debamos pensar que nos es ajena. (...) Somos seres humanos, vaya. De una u otra manera estamos relacionados con todos ellos", y no deberíamos pensar que llegan para quitar puestos de trabajo o para asaltar y secuestrar, advierte Saúl.
"Tendríamos que responsabilizarnos y decir: si nosotros tratamos bien al migrante y les proveemos de los recursos para que lleguen a su destino final, no tendría por qué pasar esto ni haber esta crisis humanitaria", concluye.