POR Agencia EFE | 4 de marzo de 2014, 23:53 PM

Nueva Delhi, 5 mar (EFE).- La India celebrará, en nueve fases entre abril y mayo, las mayores elecciones generales de la historia, en las que el hinduista Narendra Modi se perfila como favorito para ocupar el poder en la democracia más grande del mundo.

El jefe de la Comisión Electoral del país asiático, V. S. Sampath, anunció hoy que la primera jornada de votación se llevará a cabo el 7 de abril y la última, el 12 de mayo, mientras que los resultados se conocerán el 16 de ese mismo mes.

Podrán votar unos 814 millones de los 1.210 millones de indios, 100 millones más que en los anteriores comicios nacionales de 2009, en 930.000 colegios electorales, un 12 % más que hace cinco años, y en 1,4 millones de urnas electrónicas.

Las maquinas para votar se transportan a las zonas más remotas por aire, carretera, mar e incluso con mulas y elefantes.

En el proceso electoral participarán 11 millones de personas.

"Se trata de un nuevo hito en la historia de la democracia india", afirmó Sampath, en un acto celebrado en Nueva Delhi y transmitido en directo por las televisiones locales.

La convocatoria se celebra ante la finalización de la actual legislatura, cuyo mandato termina el próximo 31 de mayo.

Una de las novedades de los comicios es que por primera vez los votantes podrán marcar una casilla en la que no optan por ninguno de los candidatos, una especie de voto en blanco.

El Bharatiya Janata Party (BJP) se perfila como el favorito para alzarse con el mayor número de votos con el ultranacionalista Modi, de 63 años, como su candidato a primer ministro.

Modi, jefe del Gobierno regional de Gujarat -uno de los más prósperos de la India- es un líder carismático, con fama de buen gestor y eficiente.

Sin embargo, cuenta con detractores entre las minorías religiosas, en especial la musulmana, por su supuesta implicación en la matanza de un millar de personas en 2012 en ese estado del oeste del país, aunque diferentes investigaciones judiciales absolvieron a Modi.

El gobernante Partido del Congreso, de la dinastía Nehru-Gandhi, se encuentra en horas muy bajas tras diez años en el poder, acosado por escándalos de corrupción y una economía que se ha ralentizado en los últimos años.

Rahul Gandhi, hijo, nieto y bisnieto de primeros ministros, es la cara electoral del Congreso, aunque no ha sido nombrado candidato.

Rahul, de 43 años e hijo de Sonia Gandhi, la líder del Congreso, presenta una imagen de político reticente, carece de experiencia y su mensaje está muy difuminado.

Las encuestas vaticinan un varapalo electoral para Rahul, mientras los analistas consideran prácticamente imposible que el BJP o el Partido del Congreso logren una mayoría amplia en las elecciones, por lo que el juego de alianzas determinará seguramente cuál será la fuerza política que liderará el próximo gobierno.

Aquí entra en juego el activista anticorrupción Arvind Kejriwal, al frente del Partido del Hombre Común, tras obtener unos sorprendentes buenos resultados en su debut electoral en diciembre.

Kejriwal, que dimitió de su puesto al frente del Gobierno de Nueva Delhi tras mes y medio, puede ser la clave en unas elecciones muy fragmentadas en las que a Modi, con su agresiva actitud, le podría costar encontrar aliados.

Al mismo tiempo, 11 partidos regionales han creado una alianza, conocida como el tercer frente, y de momento no han indicado a quien apoyarían en una coalición en el gobierno.

Las elecciones indias suelen ser impredecibles. En 2004, las encuestas y la opinión pública daban por hecho que el BJP sería reelegido y sin embargo el Congreso ganó esas elecciones generales.